domingo, 15 de febrero de 2015

Salmo 119:57-64 JETH - ¿Quién o qué es tu porción?

Continuamos con este recorrido por el salmo 119, hoy llegamos a la octava estrofa JETH.

Te animo a escuchar los versículos que forman esta estrofa y un brevísimo consejo.





El salmista comienza esta estrofa con una afirmación tremendamente importante. Es quizás la declaración más importante que podemos llegar a hacer. Él nos dice: "Mi porción es Jehová" ¿Quién o qué es tu porción?. De la respuesta dependerá TODO, tu destino eterno.

¿Qué implica esa declaración?


Primeramente: obediencia.

El salmista entiende que la elección implicaba beneficios, pero también obligaciones. En esta heredad, las normas que la rigen son las palabras de Dios.

Para él es una promesa de fidelidad. No lo ve como una obligación sino como un gran privilegio conocer y tener la palabra, así que hace un compromiso a Dios, obedecerle.

Segundo: fidelidad a Dios

El salmista clama por la presencia de Dios. Tremendo, suplica de todo corazón. No es una búsqueda rápida de Dios, sino que pone todo de él y además suplica, y una vez más en base a su palabra.

El salmista reconoce la necesidad de misericordia, ¿y tú, necesitas de su misericordia?. Yo sí, cada día.

Spurgeon dijo "somos mendigos que suplican las misericordias de Dios".

Tercero: examina su caminar y busca rectificar lo necesario

Mucho tiempo pasamos examinando nuestras necesidades materiales. Hoy día es muy normal examinar y adecuar las necesidades del alma (multitud de terapias, grupos de coaching), las físicas (los gimnasios están llenos), y esto no está mal. Pero ¿y qué de las necesidades espirituales?

El salmista nos dice que él considera, de manera precisa y minuciosa sus caminos, y reconoce la necesidad de corregirlos según la norma de Dios.

Tengamos la actitud del salmista y veamos si realmente nuestros caminos están en orden con Dios. Solo la actitud correcta te llevará a cambiar lo que está mal.



En esa búsqueda de caminar en el camino correcto, el salmista, ¿es perezoso?. No, todo lo contrario. Nos dice: "me apresuré y no me retardé". Vemos que enfatiza la actitud correcta, en vez de pereza, hay determinación.

¿Cuánto de nosotros no ha cambiado porque lo dejamos para mañana?. La pereza es el mayor enemigo del cambio.

Busca tener una actitud diligente.

Cuarto: en la oposición no dejó la palabra

El salmista nos dice que le ha rodeado compañía de impíos.

Él se da cuenta que se van a llevarlo hacia un camino que le alejará de la ley de Dios, así que rectifica y confirma, no me he olvidado.

A pesar de lo que el mundo impío hace contra el salmista, éste no deja los caminos de Dios.

¿Cuántas veces tenemos a Dios como talismán y creemos que no nos pasará nada malo porque Él está?  No nos confundamos, el tener a Dios no nos exime de tener dificultades, pero debemos aprender y ser como el salmista que no dejó a Dios, ni sus caminos.

Quinto: gratitud

No se despierta y alaba allí donde está, sino que toma la determinación de levantarse y concentrarse

¿Qué le motiva? los justos juicios de Dios. El salmista siente gratitud porque Dios ha tenido justos juicios y los tendrá. Conoce que Dios es justo y su ley también. Es por ello que cada noche, (física o espiritual), sabe que sabe, que Dios obrará en justicia y por ello le alaba.


Sexto: Elige a sus amigos siguiendo una norma, es amigo de los que temen a Dios.

¡Cuidado con quien te relacionas!. ¡Cuidado!.

¿Quienes son la gente con la que te relacionas?. Ellos te animarán, motivarán o te alejarán de Dios.

El salmista no decide tener a cualquiera que se dice temeroso de Dios entre sus compañeros, sino que busca que sus acciones demuestren que son temerosos de Dios.

Esta debería ser la norma para elegir cualquiera de tus relaciones, ya sean sociales(amistad, la búsqueda de tu pareja), ministeriales, empresariales,

No nos equivoquemos, las acciones y las relaciones reflejan cuál es nuestra porción .



Cuando Dios es tu heredad, júntate a aquellos que pueden ver que la misericordia de Dios llena toda la tierra.

¡Qué bueno poder apreciarlo! ¡Qué bueno poder vivirlo!.

Al ver cuán grande es tu amor, no podemos hacer otra cosa que clamar al igual que el salmista:

enséñame tus estatutos

 Que Dios os bendiga.




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Bibliografía:

Santa Biblia - Versión Reina Valera 1960
Comentario Bíblico Mattew Henry
Comentario Mundo Hispano - Salmos
El Tesoro de David - C.H. Spurgeon

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