Además, condenó a las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las redujo a cenizas, poniéndolas como escarmiento para los impíos. 2 Pedro 2:6 NVI
Seguimos con el tercer ejemplo de la justicia De Dios en el Antiguo Testamento. ¿Qué ejemplo tenemos hoy? La condenación de Sodoma y Gomorra. Dios envió su juicio a estas ciudades y las redujo a cenizas. Además del castigo por su pecaminosidad, su ejemplo sería usado para advertencia de los impíos.
Podemos leer los hechos que relatan estos acontecimientos en Génesis 18 y 19. En Génesis 18:20 NVI Dios le cuenta a Abraham que el clamor por esas ciudades es insoportable y su pecado gravísimo. Abraham va a interceder ante Dios por estas ciudades para que el justo y el impío no perezcan juntos, pero es que ni diez justos había allí. Los dos ángeles que llegaron a Sodoma se fueron a casa de Lot a quedarse y todos los hombres de la ciudad, tanto pequeños como ancianos, rodearon la casa de Lot, pidiendo que sacara a los dos invitados para que ellos los violaran. Al no querer hacerlo, casi violan a Lot. Este era el pueblo de Sodoma. ¿había estado sin testimonio? No, allí estaba Lot como veremos mañana.
¿qué estamos viendo hoy? El pecado de las ciudades llega ante Dios. Hay ciudades conocidas a nivel mundial por la maldad de su pueblo, y esto me parece terrible. Un ejemplo que me viene a la mente es Ciudad Juarez, conocida como la ciudad más violenta del mundo por la cantidad de asesinatos que se dan cada año, es decir, sin ningún reparo al bien más preciado, la vida. ¿creemos que esto estará pasando desapercibidamente ante Dios? Lo dudo, y no sólo ésta evidentemente. Ciudades de rendición idolátrica también las hay y muchas. Hay una pequeña aldea con 1513 habitantes que puede albergar cada año unos 200.000 personas en sus fiestas a la virgen del Rocío. Dios es único digno de adoración. Seamos como Abraham o como Lot, intercesores ante Dios por nuestras ciudades.
Qué Dios te bendiga
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