domingo, 17 de noviembre de 2019

La vida que agrada a Dios

Esta semana he estado meditando en el tema de agradar a Dios, poder sacarle una sonrisa al mismísimo Dios, el Creador de los cielos y la tierra. Pensar en ello, me hace sentir extremadamente especial, porque implica ser especial para la Persona más importante que existe en el Universo.

Algunos que me habéis oídos en otras ocasiones sabéis que tengo una nieta de dos años qué es mi gran amor. Puedo estar lo más baja pero cuándo ella llega y la escucho llamarme “mamá, mamá”, me siento la mujer más feliz del mundo. Me saca una enorme sonrisa. 

¿Soy yo así para mi Señor? ¿Dios encuentra agrado en mí vida y mis acciones?

Algunos podrían pensar que soy presuntuosa con este pensamiento, que mi vida pueda dar gozo a Dios, pero es que la Escritura nos enseña de personajes que encontraron el agrado de Dios y es más, Dios quiere que este pensamiento se arraigue mucho en nosotros y vivamos para agradar a aquel que demostró que le éramos tan valiosos e importantes que dio su vida por nosotros.