domingo, 15 de febrero de 2015

Salmo 119:121-128 AYIN Es tiempo de intervenir

Continuamos con este recorrido por el salmo 119, hoy llegamos a la estrofa número dieciséis AYIN

Te animo a escuchar los versículos que forman esta estrofa y un brevísimo consejo.




El salmista comienza avanzando un poco más en su vida. Hoy nos cuenta un poco de su carácter y actitudes. Dice de él, que es un hombre que hace juicios, pero en ellos hace justicia. 

En una sociedad, donde la gente, juzga mucho al ajeno, actuando con poca justicia, resalta tremendamente. Pero el salmista nos deja su ejemplo para que sepamos que sí se puede ser justo.

El ser justo no te libra para nada de tener opresores, es más, te dirá que los aumenta, ya que a la gente no le gusta que se actúe según la verdad mostrando con esa actitud las fallas de ellos.

Pero a igual que el salmista, puedes venir al Señor y rogarle que no te deje solo en las manos de tus opresores. No estás solo, contigo está el Dios Justo.

En es versículo 122 leemos lo que para mí es una revelación tremenda para el salmista. También me impresiona muchísimo la relación que este hombre tenía con Dios y su testimonio.

Aquí solo dejaré alguna reflexión, pero te animo a profundizar en esta tremenda revelación.

Un fiador es aquel que te representa y te garantiza. El salmista pidió a Dios que fuera su fiador, y esto me parece tremendísimo. Pienso ¿cómo pedir a Dios eso? pero la tremenda verdad es que Jesús fue en la cruz mi fiador, me representó, pagó y hoy garantiza mi salvación. 
¡Qué relación tan profunda!, ¡Qué revelación tan maravillosa!. 
El salmista también le pide que Dios no permita que los soberbios le opriman, ¿Sientes opresión? Acude a Él, acude a tu Señor, acude a tu Fiador y pídele que te libre. Él murió en la cruz para que hoy tú y yo podamos vivir libres de temores, de opresiones.

Y no dejes que nunca nada te desanime. Si tarda en llegar la respuesta, sigue buscando a Dios, persevera y aunque sientas como el salmista que tus ojos ya están cansados, tú estás cansado, no te rindas, persevera en su Palabra, confía en Dios, en su justicia, porque con seguridad, Él va a obrar, te va a hablar, te va a responder. 

Recuerda siempre lo que nos dice el Señor en el salmo 68:5 nos dice "Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia, oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los términos de la tierra, y de los remotos confines del mar".

El salmista continúa clamando que Dios le haga misericordia y le enseñe sus estatutos.

Pienso que si el salmista era como dicen David tendría su copia de la ley como cualquier rey y la leería cada día para aprender a temer al Señor. Así lo leemos en Deuteronomio 17:15-20.

Pienso en la actitud de este hombre temeroso de Dios cuando se acerca a la Palabra y el hambre que tiene de ella, el anhelo que tiene de aprender y entender. 

El salmista aún cuando pide y pide que Dios le favorezca, que sea su fiador, sabe que él solo es un siervo, su siervo, por ello le ruega por entendimiento para conocer los testimonios de su Señor, quiere conocerle más pero no más, conocimiento intelectual, quiere conocer Su mente, quiere conocerle a Él.


Señor dame más amor por tu Palabra, más reverencia. Quiero amar profundamente tus mandamientos, quiero conocerte, quiero amarte. Como el salmista reconozco que soy tu sierva, quiero conocer más y más a mi Señor, quiero agradarle cada día y en cada circunstancia, enséñame tus estatutos, dame entendimiento para conocerlos.

El salmista continúa diciendo algo que también me indica en grado de amistad, relación y revelación que tenía este hombre. Nos dice, o más bien le dice a Dios, "Es tiempo de actuar".

Hay quienes dicen que Dios tiene su tiempo perfecto y no actuará ni antes ni después, pero leyendo la Escritura, he visto que Dios anhela que participemos con Él.

Podemos ver el ejemplo de Dios con Abraham en Génesis 18. Y qué me dices de Ezequiel 22:30 "y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que no la destruya". Dios está buscando a gente que diga como el salmista, es tiempo Señor para que te levantes, para que sea establecida tu justicia, tu verdad. ¿Creemos que Dios no quiere actuar? ¿Creemos que a Dios le agrada este mundo tal como está?. Señor aviva a tu iglesia, aviva mi vida, haz de mí aquella intercesora que siempre has anhelado que sea. Señor, abre nuestros ojos y oídos espirituales para conocer tus tiempos, lo que quieres hacer. Compartelo con nosotros como lo has hecho con Abraham, con David, con muchos otros. No permitas que nos acomodemos a ver la inmoralidad como algo normal a nuestro alrededor. Eres Dios de justicia.

El salmista va a finalizar diciéndonos, "por eso", es decir por todo lo anterior. ¿qué dice?

  • ama la ley más que cualquier bien material preciado. Para él no hay mejor bien que la Palabra. Una vez más deberíamos examinar cual es nuestra verdadera actitud y relación con la Palabra. ¿Amas la Palabra? ¿Es prioridad en ti? ¿Es tu máxima prioridad?. 
  • Nuestra obediencia es la más absoluta prueba de nuestro amor. Debemos tener claro que los mandamientos de Dios son rectos, debemos valorarlos por encima de todos y de todas las cosas. Debemos alejarnos, aborrecer, todo camino de mentira.
Quiero finalizar con unas palabras de nuestro Señor Jesús recogidas en el evangelio de Juan. allí leemos, en el capítulo 14, versículo 15

Si me amáis, guardad mis mandamientos


Que Dios os bendiga.




#Dios #Biblia #Salmos #PromesasDeDios



Bibliografía:

Santa Biblia - Versión Reina Valera 1960
Comentario Bíblico Mattew Henry
Comentario Mundo Hispano - Salmos
El Tesoro de David - C.H. Spurgeon

No hay comentarios:

Publicar un comentario