domingo, 9 de diciembre de 2018

LA GLORIA DE DIOS REVELADA POR CRISTO EN LA IGLESIA Segunda Parte Efesios 1:15-23



Desde que me enteré de su profunda fe en el Señor Jesús y del amor que tienen por el pueblo de Dios en todas partes, Efesios 1:15 NTV

no he dejado de dar gracias a Dios por ustedes. Los recuerdo constantemente en mis oraciones Efesios 1:16 NTV

y le pido a Dios, el glorioso Padre de nuestro Señor Jesucristo, que les dé sabiduría espiritual y percepción, para que crezcan en el conocimiento de Dios. Efesios 1:17 NTV

Pido que les inunde de luz el corazón, para que puedan entender la esperanza segura que él ha dado a los que llamó —es decir, su pueblo santo—, quienes son su rica y gloriosa herencia Efesios 1:18 NTV

También pido en oración que entiendan la increíble grandeza del poder de Dios para nosotros, los que creemos en él. Es el mismo gran poder Efesios 1:19 NTV


que levantó a Cristo de los muertos y lo sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales. Efesios 1:20 NTV

 Ahora Cristo está muy por encima de todo, sean gobernantes o autoridades o poderes o dominios o cualquier otra cosa, no solo en este mundo sino también en el mundo que vendrá. Efesios 1:21 NTV

Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo, a quien hizo cabeza de todas las cosas para beneficio de la iglesia. Efesios 1:22 NTV

Y la iglesia es el cuerpo de Cristo; él la completa y la llena, y también es quien da plenitud a todas las cosas en todas partes con su presencia Efesios 1:23 NTV


Pablo continúa con su carta a los Efesios. Comienza diciendo que había recibido noticias de la Iglesia en Efeso y entendió dos cosas muy importantes de los creyentes allí: 

  • de la profunda fe que ellos tenían en el Señor Jesucristo 
  • y del amor que tenían por el pueblo de Dios en todas partes.

Estás hermosas cualidades, la fe y el amor, resaltaban de tal manera en la vida de los creyentes que les describían cuando alguien le escribió a Pablo hablándoles sobre ellos o le dijo directamente. 

La fe no estaba puesta en los hombres, ni en sus economías, sus trabajos, su salud, sino que estaba puesta en el Señor Jesucristo. Aleluya. De igual manera cada uno de los creyentes deben tener una fe firme y fuerte en Él, confiar en Él sea cual sea nuestra circunstancia. Jesucristo es nuestro Dios, Redentor, Salvador, Hermano mayor, nuestra Justicia, nuestro Amigo... Podríamos decir muchas más cosas, porque Él es todo para nosotros, los creyentes. Me gustaría compartir contigo lo que Él mismo Jesús les dijo cuando estaba mandando un mensaje a ellos a través de Juan. Apocalipsis 2:3 NTV “Has sufrido por mi nombre con paciencia sin darte por vencido”. Así era el profundo amor que tenían los creyentes por Jesús que sufrieron con paciencia por Él.

También el amor estaba bien enfocado en los hermanos en la fe. Esta iglesia era conocida en este tiempo por su amor entre los hermanos. No había luchas internas, no había disensiones entre ellos, y si había algo, las arreglaban con amor.

Barclay escribió “La verdadera Iglesia se caracteriza por un doble amor: amor a Cristo, y amor a sus semejantes.” Debemos esforzarnos en amarnos más y mejor. Si Pablo hipotéticamente pudiera recibir noticias de nuestra congregación, de tu congregación, de ti mismo, ¿Cómo te describirían? ¿Cómo os describirían? Trabajemos para crecer en fe en Dios cada día y en amor para con el prójimo.

Habían comenzado muy bien, y era elogiable, pero ¿cómo continuaron con el paso del tiempo? En Apocalipsis aprendemos la necesidad de ser constantes en la oración por estas dos grandes características que tenían ya que podía perderla. Leamos Apocalipsis 2:4 NTV “Pero tengo una queja en tu contra. ¡No me amas a mí ni se aman entre ustedes como al principio!” Habían perdido algo tremendamente importante que era lo que les caracterizaban, el amor por  el Señor y por los hermanos.

El conocimiento de estas dos cualidades llevó a Pablo primero a dar gracias a Dios por la iglesia, por los hermanos que allí convivían. Cuándo recibimos noticias de hermanos deberíamos primeramente dar gracias a Dios por ellos y por las buenas noticias que recibimos de ellos. ¿soy agradecida? ¿Somos agradecidos? Debemos practicar más la gratitud hacia la gente y sobre todo hacia Dios. Paremos un momento y demos gracias a Dios por la congregación, por los hermanos.

Luego oró por ellos y vamos a tomar esta oración como guía para orar los unos por los otros:

Comienza diciendo a quién dirige la oración, a Dios. Tremendo privilegio tenemos, poder hablar, comunicarnos con Dios mismo y además con peticiones. La Palabra nos enseña que podemos hablar de manera confiada con nuestro Padre celestial. Cuándo Jesús estuvo en este mundo oraba al Padre cada día, y nos enseñó que antes de una decisión importante debíamos orar por ella.

Pablo además añade que Dios, es el glorioso Padre de nuestro Señor Jesucristo. Aleluya. Con esto vemos dos cosas de suma importancia, por un lado vemos que Jesucristo es Hijo de Dios y por lo tanto Dios, y también qué es nuestro Señor. Nosotros somos sus siervos.

Dice “no he dejado de dar gracias a Dios por ustedes. Los recuerdo constantemente en mis oraciones” Pablo es un ejemplo de intercesor, uno que se pone a la brecha a favor de otros. Por años, recorrió muchos kilómetros para compartir el evangelio pero ahora estaba en la cárcel. Algunos podrían creer que tenía ya su vida estaba acotada pero esto distaba mucho de la verdad, ya que empezó a orar de manera más intensa y a escribir las cartas que de tanto valor espiritual tienen para nuestra vida. Dice que oraba constantemente por ellos. Qué bendición para estos hermanos. Diariamente alguien oraba por ellos. El testimonio de Pablo me ayuda a confiar que cuando se cierra una puerta, otra Dios va a abrir. Qué no hay tiempos ni mejores ni peores, sino distintos. Qué cuándo uno quiere servir a Dios, Él le da una labor para hacer.

¿Qué pidió a Dios? Sabiduría espiritual y percepción. Para sabiduría, Pablo emplea la palabra sofía G4678, que aquí significa “la sabiduría de las cosas profundas de Dios” percepción (apokálupsis G602) conlleva “la idea de dar a conocer o descubrir algo o alguien antes no conocido”. Todos necesitamos y deberíamos anhelar conocer las cosas profundas de Dios además de conocer cosas nuevas, nuevas revelaciones porque así, creceríamos en el conocimiento de Dios. ¿Oramos cada día conocer más profundamente a Dios?

Además, sigue en su oración pidiendo que “inunde de luz el corazón”. Amén. No hay cosa más terrible que no tener luz en el corazón. Pero cuando nuestro corazón está lleno de luz, hay alegría, hay esperanza y expectativa. Esta luz nos ayudará a entender la esperanza que nos ha dado. ¿qué nos enseña acerca de esta esperanza? Dice que es segura, y cómo no iba a serla sí nos la ha dado Dios mismo.

Además habla de manera muy especial de aquellos a los que ha llamado:

  • Dios les llama su pueblo, su pueblo santo, apartado del mundo para Él. Ahora no somos individuos aislados y sin propósito sino que somos su pueblo santo, apartados del mundo 
  • Somos su herencia. Las herencias pueden ser más sentimentales que económicas. Yo así lo he vivido. Mi padre falleció y no me dejó una herencia económica, no me dejó casa. He de decir que durante toda su vida, me dio todo lo que pudo. Pero me dejó una herencia intangible de momentos, de cariños, de risas. ¿qué tipo de herencia es la iglesia para Dios? ¿Cómo nos ve Él? Nos llama, su rica y gloriosa herencia. Recuerda, somos tan importantes, que Cristo murió en la cruz para hacerlo posible. 


Continúa pidiendo poder conocer más profundamente el poder de Dios. Pablo cree que debemos entender la increíble grandeza del poder de Dios. Muchas veces cuando leemos o escuchamos un testimonio o incluso cuándo oramos por un milagro para alguien, consideramos el poder de Dios. Por ejemplo cuando alguien está muy grave en el hospital y oramos para qué Dios obre, oramos con un tope, lo que creo Dios tiene de poder para hacer. Aquí nos va a dar un ejemplo  supremo de su poder y Pablo dice que ese ejemplo está en la resurrección. Barclay dice acerca de la resurrección “Fue la demostración de que el propósito de Dios no se puede detener por ninguna acción humana”.

 Dios levantó a Cristo Jesús de los muertos. No sólo lo devolvió a la vida, sino que lo estableció en un lugar de honor. Ya no está en la tierra siendo menospreciado por los religiosos sino que ahora está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, en los lugares celestiales. Ese poder tan magnífico estaba a favor de los Efesios y también a favor de ti y de mí.

Acabamos de decir que un ejemplo del poder de Dios era la resurrección de Cristo. Pablo ahora nos va a decir dónde está Cristo, qué hace ahora Él.

Pablo nos dice que Cristo está muy por encima de todo y para dejar claro a qué todo se está refiriendo nos dice, por encima de gobernantes, de poderes, dominios. Y no sólo del tiempo en el que escribía, sino que sin importar el tiempo en el que viviera el mundo, es decir, el mundo que vendrá, Jesús siempre estaría por encima de todo.

Dios ha puesto todo bajo la autoridad de Cristo. En toda organización, institución, Él siempre está no por encima de todo, sino muy por encima de todo. Cristo es cabeza de todas las cosas, y esto es para beneficio de la iglesia. Porque la cabeza tiene que tener un cuerpo para actuar y así, vemos que la iglesia es el cuerpo de Cristo. En un mundo caótico y desunido los unos con los otros, Cristo vino a morir para reconciliarnos, para borrar separaciones. Dice Barclay “Jesucristo era por encima de todo el instrumento de Dios para la reconciliación. Fue para reunir todas las cosas y a todas las personas en una sola familia para lo que Cristo murió. Pero está claro que esa unidad no existe todavía.”.

Él es la cabeza. Él nos completa y nos llena. Cristo da plenitud a todas las cosas, en todas partes a través de su presencia. Para Él no hay límites. 

Nosotros, el pueblo santo de Dios, el cuerpo de Cristo, la iglesia, estamos para expresar los pensamientos de Cristo, para hacer realidad sus deseos, sus propósitos.

Terminamos con dos citas una Barclay y otra de CBMH 

Barclay dice “La cabeza tiene que tener un cuerpo para actuar. La Iglesia es literalmente las manos para hacer la obra de Cristo, los pies para ir por Él a todas partes y la voz para proclamar Su palabra. En la frase final del capítulo, Pablo expone dos pensamientos tremendos. Dice que la Iglesia es el complemento de Cristo. De la misma manera que las ideas de la mente no se pueden realizar sin el cuerpo, la gloria maravillosa que Cristo trajo a este mundo no se puede hacer efectiva sin la obra De la Iglesia”.

CBMH escribe “El cuerpo complementa la cabeza. Cristo reina por medio de la iglesia, y ella es la expresión de su influencia en el mundo. El actúa por medio de ella. La palabra cuerpo se usa como una figura metafórica para la iglesia. Le da el sentido de un organismo que tiene vida, carácter y propósito. Subraya el hecho de la unidad de la iglesia como un cuerpo compuesto de varios y diferentes miembros, cada uno cooperando armoniosamente como una sola unidad. Como tal, es la plenitud de aquel que todo lo llena en todo. Cristo llena con abundancia a la iglesia para todas sus necesidades y para cada oportunidad. Así también la iglesia, representada como el cuerpo del Cristo resucitado, exaltado y soberano sobre todo, se goza de cada uno de estos beneficios como un anticipo en la tierra de su reinado celestial.”


Os espero en la próxima porción.

Que Dios os bendiga


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