domingo, 9 de diciembre de 2018

Sanidad del paralítico de Betesda - Tercera señal - Juan 5:1-15

Después de estas cosas, era un día de fiesta de los Judíos, y subió Jesús á Jerusalem - Juan 5:1 RVES

Comienza esta porción diciendo que esto ha ocurrido después de unos acontecimientos. Juan hace un salto tremendo que es recogido por los otros evangelios. ¿Qué ha estado ocurriendo? El comienzo del ministerio de Jesús en Galilea. Nos muestra que no vino como un líder religioso en la manera tradicional sino que va a las calles, caminos de Palestina, campos, donde hay gente común. Es rechazado por sus más cercanos. No va a Jerusalén primeramente, la ciudad santa, sino a Galilea donde enseña, hace milagros, llama a los discípulos...

Mucha gente de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán le siguen. Con la multitud que le sigue, llega también la oposición. Los líderes religiosos en vez de reconocerle y seguirle, empezarán a perseguirlo. Esta señal es el punto clave del comienzo de la hostilidad y el rechazo.

Juan va a registrar un corto viaje a Jerusalén donde Jesús va a sanar a un hombre en sábado. Jesús sube a una de las fiestas. No sabemos exactamente a que fiesta se refiere pero lo más seguro es que se tratase de la Pascua.


Y hay en Jerusalem á la puerta del ganado un estanque, que en hebraico es llamado Bethesda, el cual tiene cinco portales. Juan 5:2 RVES

Nos dice dos cosas a resaltar. Primero vemos que hay una puerta especial para pasar el ganado, llamado Puerta de las ovejas. Este era el lugar por donde pasaba el ganado para el sacrificio. Estaba en el muro septentrional de la ciudad. Había muchas puertas de acceso a la ciudad pero Él decide entrar por la puerta del sacrificio.

También nos dice que hay un estanque, llamado Bethesda o casa de misericordia, de compasión, el cual tenía cinco portales.

Aleluya. Nuestro sacrificio ya entró. No nos quedemos en los pórticos sino recibamos la salvación por pura gracia que el Cordero Santo pagó.

En éstos yacía multitud de enfermos, ciegos, cojos, secos, que estaban esperando el movimiento del agua. Porque un ángel descendía á cierto tiempo al estanque, y revolvía el agua; y el que primero descendía en el estanque después del movimiento del agua, era sano de cualquier enfermedad que tuviese.Juan 5:3-4 RVES

Es importante resaltar que la parte final del versículo 3 "Porque un ángel" y el versículo 4 no están en los manuscritos de antes del 400 dC y se cree que un copista lo incluyó como nota explicativa. Es importante entender que no afecta a la doctrina fundamental y por ello la dejamos porque apoya lo que se nos dice en el versículo 7.

Parece que en este estanque ocurrían sanidades y alrededor de el un grupo de gente con necesidades claras, enfermos, ciegos, cojos.. Se aprecia una lucha, una competencia humana por un milagros. Hoy día hay muchos lugares así, a los cuales la gente va de peregrinacióaan, depositando su fe en superticiones, espíritus. Vemos la importancia en esta señal de ser librados de supersticiones que nada tienen que ver con Dios.

Y estaba allí un hombre que había treinta y ocho años que estaba enfermo. Como Jesús vió á éste echado, y entendió que ya había mucho tiempo, dícele: ¿Quieres ser sano? Juan 5:5-6 

Nos encontramos a un hombre que lleva 38 años enfermos. ¿Cómo agota la enfermedad? ¿Cómo esclarece muchas cosas la enfermedad? Al mirar estos versículos miro mi corazón, ¿qué pienso ante el enfermo! ¿Cómo actúo ante el enfermo? Y sobre todo, cuando la enfermedad es larga ¿cómo actúo?

Si soy la enferma, ¿cuál es mi actitud? ¿Qué pensaría si fuera yo este hombre? Hoy, un día más. ¿Será igual hoy? ¿Esperaría algo nuevo?

Cuando llegamos a algún lugar ¿miras? ¿Ves? Hay una multitud y Jesús lo vio. Muchos dicen ¿por qué a este? Y podemos decir ¿por qué no? Quizás sientes que eres como este hombre, que pasa desapercibido, que no tiene a nadie para ayudarle en esta lucha y espera, que ni merece, porque es pecador, y ni siquiera está buscando esa sanidad, pero Dios lo mira con compasión, le ama profundamente y en este lugar de gracia marcó una diferencia en él y quiere marcar una diferencia en ti. ¿En mí? Sí, ¿por qué no? La gracia es favor inmercido.

Jesús mira y da un paso más, se interesa por él. Guau. Dios está interesado en ti que oyes, quiere ministrarte a ti. Jesús le preguntó ¿quieres ser sano? ¿Podemos no querer ser sanos? Que tremendo cuando no queremos ser sanos porque nos da dinero, nos hace más indefensos ante otros, nos pone en el centro de atención. Solo quien lleva tanto tiempo enfermo puede entender como se podía sentir. ¿Quizás habría perdido la esperanza?

Señor, le respondió el enfermo, no tengo hombre que me meta en el estánque cuando el agua fuere revuelta; porque entre tanto que yo vengo, otro antes de mí ha descendido. Juan 5:7 RVES

Este hombre no ve a Jesús como la ayuda en su situación, como la fuente de su sanidad y es que no le conoce. ¿Conoces a Jesús?. ¿Dónde tienes depositada su fe y esperanza? Este hombre no tiene fe, vemos que nos habla de su incapacidad de llegar al estanque. Me pregunto ¿para que estaba allí? Años esperando habían traído desanimo. ¿Cuántas veces habría dicho: qué solo estoy, No tengo ayuda, Nadie me lleva? Es eso lo que sale por su boca,
  • soledad
  • falta de ayuda - ¿llevo a otros a ir a la verdadera fuente de sanidad?
  • Incapacidad personal -  ¿cuántas veces culpamos a otros de nuestra situación tan solo porque en nosotros no está la capacidad de cambio?
  • Falta de fe
  • Frustración

Allí había llegado Jesús no dispuesto a llevarlo al estanque sino que el verdadero sanador se acerca a él.

Dícele Jesús: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y luego aquel hombre fué sano, y tomó su lecho, é íbase. Y era sábado aquel día. Juan 5:8-9 RVES

Ante la respuesta del hombre, Jesús le da una orden clara:
  • levántate
  • toma tu lecho
  • Anda
Barclays dijo "los milagros suceden cuando nuestra voluntad coopera con el poder de Dios para hacerlos posible".

Podemos imaginar lo extraordinario del momento. Un hombre que llevaba 38 años fue sanado y fortalecido totalmente en su musculatura de tal forma que podía ponerse en pie y andar de forma autmática.

La obediencia fue instantánea y la sanidad también.  Esto me lleva a pensar en ¿cuánto llegamos a pensar por desobediencia, por miedo, incredulidad, comodidad? Pero Dios no pide nada que no nos capacite para llevarlo a cabo.

Los judíos habían impuesto un sinfín de restricciones que se habían convertido en una carga, no se permitía  hacer ningún tipo de tarea en sábado, pero Jesús sostenía que era correcto hacer el bien en el día de reposo.

Entonces los Judíos decían á aquel que había sido sanado: Sábado es: no te es lícito llevar tu lecho. Respondióles: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. Preguntáronle entonces: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? Y el que había sido sanado, no sabía quién fuese; porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. Juan 5:10-13 RVES

Es interesante que en vez de alegrarse por el milagro que acababa de ocurrir, estos judíos más bien se fijaran en la no observación de la ley.

"No te es lícito llevar tu lecho"

El día de reposo había perdido la visión que Dios le había dado y en vez de dedicarse a la búsqueda de Dios y su voluntad, se había convertido en un día de cumplimiento de leyes y reglas. Jesús vino dando un nuevo significado al día de reposo.

Este hombre respondió rápidamente ante las acusaciones de los judíos y su respuesta fue echarle la culpa a Jesús. Es como si le hubiera echado encima a estos hombres a Jesús. Rápidamente quisieron saber quien era aquel que había hecho eso.

Y no podemos dejar de resaltar: este hombre no conocía a Jesús aunque Él si le conocía a él.

Jesús se había apartado de las multitudes pero no se escondió, después lo vemos en el templo. Veamos.

Después le halló Jesús en el templo, y díjole: He aquí, has sido sanado; no peques más, porque no te venga alguna cosa peor. Juan 5:14 RVES

Allí le halló Jesús y se acercó a él. Pareciera que Jesús lo había estado buscando, ¿qué le dijo?
  • has sido sanado
  • No peques más
  • Para que no te venga algo peor

Aún cuando la sanación fue inmediata y permanente, el pecado podría traerle algo peor que la invalidez.

Veo la gran compasión de Jesús, y su inmensa gracia, vino cuando el hombre aún estaba en sus pecados, pero Jesús quiere que tenga una sanidad más perfecta, la del alma y espíritu. Está llamándolo a una reconciliación con Dios.

¿De qué manera hoy vemos que pecados puedan traer  enfermedades? Ejemplo podrían ser, glotonería, alcohol, drogas, rencores.

El se fué, y dió aviso á los Judíos, que Jesús era el que le había sanado. Juan 5:15 RVES

El hombre se quitó el problema de encima y le vemos traicionando a Jesús. Le vemos dando aviso a los líderes judíos acerca de la identidad de aquel que le había sanado. ¡Qué ingratitud más grande!

  • la vedad a veces te causa oposición. Hay gente que no quiere enfrentamientos, solo bendición pero cuando hay algo incorrecto, eso no es posible, ya que si no defiendes los justo, justificas lo injusto.
  • El Cordero que quitaba el pecado del mundo ya entró por la puerta de las ovejas y fue sacrificado. No te quedes en los pórticos, recibe por gracia la salvación.
  • Quita el legalismo de tu vida
  • Haz el bien como prioridad. Busca el bien del prójimo.
  • Busca obedecer a Dios de manera inmediata.

Terminamos dando gracias a Dios, quien buscó y sanó a quien no le buscaba, ni le conocía y además le traicionó.

Os esperamos en una próxima porción 


Qué Dios te bendiga 

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