sábado, 8 de junio de 2019

Acudiendo a Dios en busca de ayuda - Salmo 40

¿Puedes dar gracias a Dios porque has visto su mano de poder ayudándote en alguna circunstancia adversa? ¿Estás actualmente en una circunstancia difícil? De esto vamos a hablar hoy, vamos a dar gracias a Dios por las victorias pasadas y tomar fuerzas y fe para interceder por la batalla actual. Aprendamos de la lección del salmista y cuando estemos en adversidad clamemos al Dios poderoso que ya nos ha ayudado en el pasado y es que podemos decir “Hasta aquí Dios nos ha ayudado”. Sí, Dios ha sido bueno para con nosotros en el pasado y en base a ello podemos confiar que lo seguirá siendo.

Leamos la Palabra:

Resignadamente esperé á Jehová, E inclinóse á mí, y oyó mi clamor.

E hízome sacar de un lago de miseria, del lodo cenagoso; Y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca canción nueva, alabanza á nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y esperarán en Jehová.
Bienaventurado el hombre que puso á Jehová por su confianza, Y no mira á los soberbios, ni á los que declinan á la mentira.
Aumentado has tú, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No te los podremos contar: Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enarrados. Salmos 40:1-5 RVES

Comienza diciéndonos que se acercó a Dios con paciencia. Literalmente dice “esperando esperé”. No sé cuál sea tu actitud ante la dificultad, pero como ya os he contado la paciencia no era mi estado normal en el pasado. Los nervios y la impaciencia eran lo que me caracterizaban en la adversidad pero estoy aprendido con el paso de los años y las experiencias en dificultades que la impaciencia solo es un obstáculo más que añadía al problema, que debo aprender a confiar en Dios y por lo tanto saber que en Él encontraré la salida y la victoria. Con el paso de los años he visto cómo Dios cambiaba mi impaciencia por paciencia y como me enseñaba a verlo oyéndome, inclinándose a mí.

El Rey de Reyes se inclina desde su trono de gloria hasta mí y mis circunstancias, me oye. Esto es increíble. Ninguna de mis oraciones quedan en vacío aunque a mí me parezca que tarda mucho en responder. Debo aprender que Él sabe mejor los tiempos y que Él actúa en el tiempo perfecto. En la oración tengo que aprender eso, que debo ser paciente.

Así que, en el tiempo perfecto de Dios, Él contesta, saca nuestros pies del lago de miseria donde nos encontramos y nos pone sobre una peña, enderezando nuestros pasos. La imagen es muy gráfica. Cuando estamos en un problema pareciera que nuestros pies están en arenas movedizas, en el lodo que por mucho que lo intentamos no podemos salir. Así se sintió el salmista, estaba en un lago de miseria y Dios enderezó sus pasos, puso estabilidad, seguridad. Del lodo cenagoso Dios nos pasa a la peña.

Y no solo eso, Dios en su bondad puso una nueva canción en la boca del salmista, una nueva razón para alabar a Dios, al Dios con el que tenía una relación, aquel que le había ayudado otras veces, a su amigo, a su Señor.

Esta respuesta y liberación del salmista sería el motivo para que muchos llegaran a temer a Dios y a esperar en Él. Que tremendo, Dios usa las dificultades de tu vida como testimonio a muchos y así cuando ven tu liberación, llegarán a tener un conocimiento tal de Dios que llegarán a temerle, no con un temor de miedo sino de reverencia ante su grandeza y poder. 

Continúa diciendo bienaventurado el que pone en Dios su confianza y no en los orgullosos  ni en los que declinan a la mentira o cómo otras versiones pueden traducir, ni en aquellos que rinden culto a ídolos.  Si nuestra confianza está en Dios podemos esperar en la batalla sabiendo que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, pero otros en medio de la adversidad en vez de confiar en Dios y esperar la respuesta de Él, han buscado ayuda no en Dios sino en personas y no precisamente de buen testimonio. Es difícil de imaginar pero tristemente la impaciencia unida a la adversidad ocasiona que a veces tomemos decisiones muy dañinas para nosotros. Es mejor no tomar decisiones drásticas si estás en un problema.

No sé si sientes que estás en un pozo de miseria por una dificultad, enfermedad, pero en Dios puedes seguir confiando y en su tiempo perfecto cambiará tu situación radicalmente. También quiere renovar tu alabanza. En la dificultad es difícil adorar, pero en la victoria hay una renovación de todo tu ser y trae a ti un deseo nuevo de adorar. Espera con paciencia su respuesta, confía en Él y no te desvíes, ten cuidado con las decisiones que tomas.

Quiere terminar esta porción reconociendo que Dios había obrado muchos beneficios para con él. No sé tú, pero yo también puedo decir lo mismo, hasta aquí, Dios ha sido muy pero que muy bueno para conmigo. Sé que sé que los planes de Dios para con nosotros resulta imposible enumerarlos. Quien como Tú Señor, cuán grande es tu amor, cuán grandes son tus maravillas.


«Sacrificio y presente no te agrada; Has abierto mis oídos; Holocausto y expiación no has demandado.» Salmos 40:6 RVES
«Entonces dije: He aquí, vengo; En el envoltorio del libro está escrito de mí:» Salmos 40:7 RVES
«El hacer tu voluntad, Dios mío, hame agradado; Y tu ley está en medio de mis entrañas.» Salmos 40:8 RVES
«Anunciado he justicia en grande congregación: He aquí no detuve mis labios, Jehová, tú lo sabes.» Salmos 40:9 RVES
«No encubrí tu justicia dentro de mi corazón: Tu verdad y tu salvación he dicho: No oculté tu misericordia y tu verdad en grande concurso. Salmos 40:10 RVES

En los versículo 6 y 7 quizás vemos una llamada a los sacrificios que los reyes tenían que hacer según Deuteronômio 17:14-20, pero el hombre tiene que entender que Dios no anda buscando sacrificios y holocaustos. No eran suficiente, pues Tú, Señor, eras el Sacrificio perfecto. Por encima de los sacrificios Dios busca mejor hombres y mujeres que le obedezcan, y que cumplan los mandamientos. 

El salmista dice Tú has abierto mis oídos a entender esta verdad y por eso vengo y digo:
  • el hacer tu voluntad me agrada 
  • Tu ley está en mis entrañas, en mi corazón
  • Anuncié la Justicia en la congregación
  • No tuve temor de hablar
  • No oculté en mi corazón las buenas noticias acerca de tu Justicia, fidelidad, amor inagotable y poder salvador

Guau ante esto sí que hay que decir que hubo una gran respuesta a la palabra que había comprendido. Quiera Dios que cada vez que recibimos Palabra podamos compartirla con la gente. El mundo necesita oír de la Justicia, del amor inagotable, de su gran gran fidelidad y de su poder para salvarnos, para darnos nueva vida en Su Reino, para avivarnos. Que cada vez que nos veamos, o veamos a personas que no le conocen como su Salvador podamos transmitirle que Dios les ama profunda profundamente. Un día nosotros lo escuchamos y como en este caso el rey lo entendimos y nos acercamos a Él. Hoy otros tienen que escuchar lo que Dios es y hace. Conmigo usó de unas personas, especialmente el testimonio viviente de mi hermano Javier liberado de las drogas. Dios quiere usarte, quiere usarme y tenemos unas grandes verdades para transmitir. ¿puede contar contigo, conmigo?

J. J. Stewart Perowne dice de los versículos 9 y 10 “He proclamado, no refrené... no he ocultado, he publicado. Estas palabras se juntan para expresar su franqueza: la de un corazón ardiente que quiere mostrar su gratitud. No se necesita ninguna descripción complicada para que podamos ver la semejanza de Uno, cuya vida era un acto de acción de gracias”. 

En todos estos versículos hemos podido ver una imagen de Jesús, aquel Sacrificio perfecto que vino a traer salvación, amor, Justicia entre otras muchas cosas. No basamos nuestro estudio en ello pero os invito a leer el comentario de Spurgeon a este Salmo si queréis meditar en ello.

Como decíamos al principio, el salmo cuenta con dos partes, en la primera relataba un hecho pasado, una victoria pasada y era en base a ese profundo amor y liberación que había recibido, que ahora, nuevamente en dificultades puede, en confianza, elevar sus ojos y su oración a su Dios.

«Tú, Jehová, no apartes de mí tus misericordias: Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.» Salmos 40:11 RVES
«Porque me han cercado males hasta no haber cuento: Hanme comprendido mis maldades, y no puedo levantar la vista: Hanse aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falta.» Salmos 40:12 RVES

Nuevamente en problemas, nuevamente en clamor por ayuda. Muchas veces las oraciones más profundas y el tiempo empleado en las oraciones aumentan en los problemas, y no te sientas culpable por ello, la Biblia nos anima a que debemos buscar a Dios en la adversidad. El salmista aquí ora:

  • no apartes tú Misericordia de mí. Te imaginas tu vida sin la misericordia de Dios. Es con Dios y muchas veces nos cuesta la misma vida seguir, ¿qué sería de mí sin su ayuda y amor?
  • Que tu Misericordia y verdad me guarden siempre. Qué preciosa petición. Si Él me guarda quién o qué puede dañarme. En este caso pide que sean su amor inagotable y su verdad. Y ese es un buen equilibrio, no es que te guarde sin más hagas lo que hagas porque te ama como un Padre. Él es santo y no puede quebrantar la verdad. Debemos aprender a pedir cada mañana que Dios pueda guardarnos en cada aspecto de nuestra vida y agradecerle en la noche. 

¿Cuál era el motivo de su oración? Ahora estaba en medio de una oposición tan grande, tanto males habían venido a su vida que sentía que su corazón fallaba. No podía ni levantar la vista. ¿Te imaginas?, allá donde mirara vería problemas y dificultades. Si has leído que espero que sí la vida de David, fue un hombre que sufrió mucha oposición. Cometió faltas, Dios le perdonó pero sufrió las consecuencias de sus actos. No sé qué estaría sufriendo en ese momento, si la traición de su hijo por ejemplo pero entiendo que le dolería en el alma ver como su hijo se volvió contra él, le humilló, quiso quitarle el trono. 


«Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate á socorrerme.» Salmos 40:13 RVES
«Sean avergonzados y confusos á una Los que buscan mi vida para cortarla: Vuelvan atrás y avergüéncense Los que mi mal desean.» Salmos 40:14 RVES
«Sean asolados en pago de su afrenta Los que me dicen: ­Ea, ea!» Salmos 40:15 RVES

¿cómo te sientes tú en este momento? ¿sientes que el corazón te falla? El que te cuidó y respondió en el pasado te responderá ahora, no lo dudes, espera y confía en Él. 
Clama a Él que te libre, que te socorra. Que avergüence a tus enemigos, que les dé el pago de su afrenta.

Dice el CBMH “Dios puede humillarle a él, pero no tienen derecho a hacerlo los enemigos De Dios”. Así es, una cosa es que Dios permita que sufras las consecuencias de tu pecado y otra cosa es que la gente pueda aprovecharse de tu debilidad. ¿Has visto que eso ha ocurrido? Yo lo he sufrido en mi vida, gente que cuando estás baja arremete contra ti. Es dolorosísimo. Recuerdo una vez que el corazón dolía como un infarto. La Biblia enseña que nunca debemos atacar a nadie. Mucho menos si la ves caída. Aprende a ir a Dios con tus dolores, tus fallos y que Él sea quien te restaure.



«Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; Y digan siempre los que aman tu salud: Jehová sea ensalzado.» Salmos 40:16 RVES
«Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará de mí: Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.» Salmos 40:17 RVES

Y va a terminar como nosotros debemos estar después de haber llevado nuestras dificultades al Señor, alabándole por su respuesta. Si lo hemos llevado al Señor, confía y déjalo allí. No lo tomes nuevamente. Confía y como respuesta alababa y llamaba a la gente a adorar, a que levantaran el nombre De Dios. Él seguía con el problema, se encontraba afligido y necesitado aún, pero confiaba en Dios y en la respuesta De Dios. Nos dice, Jehová pensará en mí, Él es mi ayuda y mi libertador. Aleluya.

Vamos a finalizar con un versículo de Santiago 

Santiago 1:12 RVES “Bienaventurado el varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido á los que le aman”.




Confiemos en la ayuda y liberación de Dios 

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