martes, 25 de septiembre de 2018

Ceguera espiritual y visión espiritual borrosa

Esta mañana me he levantado a las 6.30 para repasar la palabra que tenía preparada para compartir en la iglesia. Antes leía unos wasapp del grupo de sanidad y al ir contestando a uno de los mensajes, Dios me ha cambiado el estudio.

Lo que escribía era: “Sí importantísimos los pensamientos renovados y también la forma en la que vemos, miramos”.

Creo que poco se habla de renovar nuestra manera de mirar, pero es por la vista que entra mucha información a nuestras vidas y muchas veces tenemos miopía o astigmatismo, es decir a lo lejos o de cerca. Miramos a las personas con nuestras gafas autopuestas de orgullo, de crítica, de egoísmo, de dolor...y muchas veces vemos lo que nuestros ojos defectuosos nos dicen siendo mentira. “

Así que te hago y me hago unas preguntas ¿hay ceguera espiritual? ¿hay visión distorsionada? ¿las partes caídas de nuestra vida afectan a cómo vemos a las personas? ¿qué pensáis?

Ceguera espiritual, visión borrosa ya sea a lo lejos o al cerca, son enfermedades espirituales a las que tenemos que combatir. Vuelvo a preguntar, ¿Existe la ceguera espiritual? Leamos la Palabra que siempre, siempre tiene que ser nuestra guía.


“Pero la mente de ellos se endureció y, hasta el día de hoy, cada vez que se lee el antiguo pacto, el mismo velo les cubre la mente para que no puedan entender la verdad. Este velo puede quitarse solamente al creer en Cristo. Efectivamente, incluso hoy en día, cuando leen los escritos de Moisés, tienen el corazón cubierto con ese velo y no comprenden. En cambio, cuando alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.” 2 Corintios 3:14-18 NTV

Este pasaje nos habla de ceguera espiritual para el pueblo judío pero creo que también para el pueblo gentil. Cuando el hombre carnal, no regenerado, mira la Palabra, dice que tiene un velo que les cubre la mente para que no puedan entender la verdad. Leen pero no entiende, no comprenden, no pueden ver a Cristo reflejado en las Escrituras.

Cuando Jesús volvió en la Resurrección con sus discípulos, la Escritura nos dice que abrió el entendimiento de sus discípulos para que pudiera entender las Escrituras

“Entonces dijo: «Cuando estaba con ustedes antes, les dije que tenía que cumplirse todo lo escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos». Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras, y dijo: «Efectivamente, se escribió hace mucho tiempo que el Mesías debería sufrir, morir y resucitar al tercer día. También se escribió que este mensaje se proclamaría con la autoridad de su nombre a todas las naciones, comenzando con Jerusalén: “Hay perdón de pecados para todos los que se arrepientan”. Ustedes son testigos de todas estas cosas. “Ahora enviaré al Espíritu Santo, tal como prometió mi Padre; pero quédense aquí en la ciudad hasta que el Espíritu Santo venga y los llene con poder del cielo”” Lucas 24:44-49 NTV

También les dio la promesa del Espíritu Santo. Aleluya. Cristo es quien puede y quiere quitar ese velo.

Continuamos con 2 Corintios que vuelve a decirnos lo que acabamos de leer, cuando alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Aleluya, gloria a Dios.

Pero el pasaje de Corintios va un paso más allá. Cuando se quita esa ceguera espiritual, no solo puede llegar a ver, sino también reflejar la Gloria del Señor. Aleluya. 
Esto debe parecernos glorioso, poder ser transformados de tal manera. En el tiempo del éxodo, cuando Moisés entraba en el tabernáculo, este se ponía el velo para que al salir, el pueblo no,viera esa gloria que reflejaba su rostro. Leamos Justo los versículos anteriores de 2 Corintios 3.

“El camino antiguo, con leyes grabadas en piedra, conducía a la muerte, aunque comenzó con tanta gloria que el pueblo de Israel no podía mirar la cara de Moisés. Pues su rostro brillaba con la gloria de Dios, aun cuando el brillo ya estaba desvaneciéndose. ¿No deberíamos esperar mayor gloria dentro del nuevo camino, ahora que el Espíritu Santo da vida? Si el antiguo camino, que trae condenación, era glorioso, ¡cuánto más glorioso es el nuevo camino, que nos hace justos ante Dios! De hecho, aquella primera gloria no era para nada gloriosa comparada con la gloria sobreabundante del nuevo camino. Así que si el antiguo camino, que ha sido reemplazado, era glorioso, ¡cuánto más glorioso es el nuevo, que permanece para siempre! Ya que este nuevo camino nos da tal confianza, podemos ser muy valientes. No somos como Moisés, quien se cubría la cara con un velo para que el pueblo de Israel no pudiera ver la gloria, aun cuando esa gloria estaba destinada a desvanecerse.” 2 Corintios 3:7-13 NTV

Dice este pasaje que Moisés brillaba con la gloria de Dios y se tapaba con un velo para que no lo vieran pero ahora ese velo es quitado y podemos ver la gloria de Dios y no solo verla, sino también reflejarla. Aleluya. Esta nueva gloria es sobreabundante. Y dice: “No somos como Moisés, quien se cubría la cara con un velo para que el pueblo de Israel no pudiera ver la gloria, aun cuando esa gloria estaba destinada a desvanecerse.”

Además nos dice el antiguo camino, con leyes grabadas en piedra conducía a la muerte y el nuevo camino, es mucho más glorioso pues nos hace Justos ante Dios. Gloria a su nombre. Y además nos dice, ¿no es por ello que debes esperar mayor gloria?, volvemos a decir, una gloria superabundante. ¿te conformas con lo que hoy tienes? No te conformes.

Volvamos a leer 2 Corintios 3:16-18 NTV “En cambio, cuando alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.”

Cuando venimos a Cristo el velo es quitado, y ahora podemos ver y reflejar la gloria de Dios. ¿no te parece glorioso? Ahora cuando te acercas a Cristo, la Palabra nos enseña que podemos ver las Escrituras de una manera nueva y no solo eso, cuando nos acercamos con reverencia a la palabra De Dios, ver la misma gloria De Dios y reflejar esa misma gloria. Cristo quiere hacerte más y más parecido a Él, transformarte a su gloriosa imagen”. 

Además, el versículo 17 nos viene a decir, que cuando se nos es quitado la ceguera espiritual también llegamos a entender el ministerio del Espíritu. Y es más, eres día a día, experiencia tras experiencia más parecido a Cristo. El Espíritu Santo tiene una obra tremenda en estos días, transformarte a la imagen de Cristo. Esto debe llenarnos de expectación, gratitud, disponibilidad. ¿estamos disponibles a la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas? Tenemos un grupo donde los viernes buscamos del Espíritu Santo, ahora solo tiene 21 participantes pero vamos a verlo crecer porque todo cristiano debe anhelar ver al Espíritu Santo obrando en él y a través de él.

Continuamos con 2 Corintios pero ahora vamos a leer el capítulo 4. 2 Corintios 4:1-6 NTV “Por lo tanto, ya que Dios, en su misericordia, nos ha dado este nuevo camino, nunca nos damos por vencidos. Rechazamos todas las acciones vergonzosas y los métodos turbios. No tratamos de engañar a nadie ni de distorsionar la palabra de Dios. Decimos la verdad delante de Dios, y todos los que son sinceros lo saben bien. Si la Buena Noticia que predicamos está escondida detrás de un velo, solo está oculta de la gente que se pierde. Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios. Como ven, no andamos predicando acerca de nosotros mismos. Predicamos que Jesucristo es Señor, y nosotros somos siervos de ustedes por causa de Jesús. Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo.”

Ahora Dios ha quitado la ceguera de la vida de creyente y pone ante él un nuevo camino que hemos visto era glorioso. Y Dios sigue diciendo, ante este nuevo camino:
  • no te des por vencido 
  • Rechaza todas las acciones vergonzosas
  • Rechaza los métodos turbios

La obra de Satanás es cegar la mente de los que no creen, impedir que vean la gloriosa luz del Evangelio, de tal manera que aunque leen y esto es terrible, 
  • no entienden el mensaje de la gloria de Dios
  • no pueden ver la gloria de Cristo, 
  • no pueden discernir qué Cristo es la imagen exacta de Dios 

Cristo ha quitado mi ceguera, pero ahora  ¿realmente veo todo en la magnitud que es?

Leamos nuevamente Corintios pero ahora 1 Corintios 13:12 NTV “Ahora vemos todo de manera imperfecta, como reflejos desconcertantes, pero luego veremos todo con perfecta claridad. Todo lo que ahora conozco es parcial e incompleto, pero luego conoceré todo por completo, tal como Dios ya me conoce a mí completamente.»

Uff, tenemos problemas de visión. 


Algunas personas  han escrito acerca de esto en las redes. Entonces vemos que sí, que hay cosas que afectan la visión. Yo decía al principio, mi debilidad de carácter, es decir, el orgullo, crítica, egoísmo, dolor... hace que veamos mal, que veamos por el prisma de esa debilidad en nuestras vidas y aún cuando Dios me ha traído visión a través de aceptar a Cristo como mi Salvador, yo necesito, orar para ver mejor, porque veo cómo turbio. Recordáis a aquel hombre al que Jesús sanó de su ceguera pero al principio veía distorsionado, así somos al principio. Necesitamos decirle a Jesús que vaya abriendo nuestros ojos y además sanando nuestras debilidades.

Quiero enfatizar estos dos puntos para terminar.

  • debo pedir a Dios que su Espíritu Santo me traiga percepción, es decir la capacidad para recibir mediante los sentido. Veamos el pasaje donde Pablo nos enseña a orar por ello.
Efesios 1:15-18 NTV “Desde que me enteré de su profunda fe en el Señor Jesús y del amor que tienen por el pueblo de Dios en todas partes, no he dejado de dar gracias a Dios por ustedes. Los recuerdo constantemente en mis oraciones y le pido a Dios, el glorioso Padre de nuestro Señor Jesucristo, que les dé sabiduría espiritual y percepción, para que crezcan en el conocimiento de Dios. Pido que les inunde de luz el corazón, para que puedan entender la esperanza segura que él ha dado a los que llamó —es decir, su pueblo santo—, quienes son su rica y gloriosa herencia.”
Repito el versículo 17, “y le pido a Dios, el glorioso Padre de nuestro Señor Jesucristo, que les dé sabiduría espiritual y percepción, para que crezcan en el conocimiento de Dios.

-déjame contarte una historia del Antiguo Testamento en el que vemos como una debilidad en el carácter trae a las personas una visión distorsionada y a su vez, a veces le lleva a tomar decisiones y acciones que afectarán a otras personas y a él o ellos mismos. Tenemos a José, el hijo de Jacob. Él había recibido De Dios sueños y visiones que algunos piensan nunca debió compartir con otros, porque traería unas consecuencias nefastas para él. Resulta que Dios le revela por sueños que él va a ser principal por sobre sus hermanos e incluso por sobre sus padres. ¿Cómo lo recibieron ellos?

Déjame contarte algunos versículos de su historia:

Dice Génesis 37:4 NTV “Pero sus hermanos lo odiaban porque su padre lo amaba más que a ellos. No dirigían ni una sola palabra amable hacia José.” Le odiaba. ¿por qué? ¿Por sus sueños? No, aún no había tenido ninguno, sino porque su padre le amaba más que a ellos.

Génesis 37:5 NTV “Una noche José tuvo un sueño, y cuando se lo contó a sus hermanos, lo odiaron más que nunca.” Nos dice que el escuchar los sueños, le llevaron a odiarle aún más de lo que ya lo odiaban.

Un día José es enviado por su padre a buscar a sus hermanos. Él llevaba su túnica de colores que su padre le había hecho. Qué culpa tendría él de ser más querido que sus hermanos. ¿Podía él hacer algo? No podía, era un problema que tenía que arreglar otra persona. Ellos lo ven de lejos, y ¿qué dicen? ¿Allí viene nuestro hermano José? ¿Creéis que fue eso lo que dijeron? Qué triste, lo vieron con los ojos de los celos, de la envidia, de la rivalidad, del odio  Génesis 37:18-19 NTV “Cuando los hermanos de José lo vieron acercarse, lo reconocieron desde lejos. Mientras llegaba, tramaron un plan para matarlo. —¡Aquí viene el soñador! —dijeron—.” Y no solo no vieron al hermano, sino al soñador, sino que está visión distorsionada les llevó a tramar un plan para matarlo. 

Es decir, hoy hemos hablado de ceguera espiritual, pero también una necesidad de revisar la visión, porque la visión espiritual que tengo primero no es perfecta y necesita ser ampliada y segundo, debo orar a Dios que no tome decisiones que afecten a otras personas y a mí misma vida por permitir que la debilidad de mi carácter y fallos me afecten. Quiera Dios estar sanándome totalmente, necesito ser sanada, pues no quiero dañar a nadie y sobre todo quiero orar Espíritu Santo trae mayor visión quiero crecer en el conocimiento De Dios.



Que el Señor os bendiga






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