lunes, 9 de abril de 2018

Aplicándonos personalmente la parábola del sembrador Lucas 8:4-15

Estos días pasados, en los que hemos recordado la muerte y resurrección de Jesús, he estado pensando en mi vida, y la necesidad de seguir con la transformación diaria.

Filipenses 1:6 NTV dice “Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva”.

Este versículo que me gusta mucho por varios motivos me dice cosas importantes como son:
  • Dios es el que comienza la obra en cada persona. No comienzo yo, no comienzas tú como muchos creen, sino que es Dios y su amor el que la comienzan
  • Después dice, que él la tiene que continuar. Todos y esto es para todos, deben seguir siendo transformados. No hay nadie que no lo necesite, y tenemos el mejor maestro y ayudador para ello, el Señor.
  • La transformación solo se acabará y no solo acabará sino que quedará completa el día que Cristo vuelva.

Si leemos 2 Corintios 3:18 NTV “Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.” Podemos ver que a aquellos en los que se comenzó la nueva obra, se les ha quitado el velo, y cada uno puede ver y reflejar la gloria del Señor. Además es el Señor quien a través de su Espíritu Santo nos hace más y más parecidos a Él. ¿cuándo acabará la obra? Cuando seamos transformados a su gloriosa presencia.

Así que me hago una pregunta y te la hago a ti ¿estoy siendo transformada día a día? ¿estás siendo transformado día a día? ¿ha habido cambios profundos en tu ser en los últimos tiempo? Porque estamos llamados a renovar nuestra mente, nuestras emociones dañadas y algunas dañinas. Nuestra forma de tratar a la gente. Incluso nuestro hablar y nuestra forma de vestir. Por decir solo algunas cosas. Dejarás de ir muchas veces a dónde ibas porque no glorificará al Señor.

Dios dice que nos transforma en personas nuevas al cambiar nuestra manera de pensar. Leámoslo en Romanos 12:2 NTV “No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.” Entonces, ¿cómo Dios cambia tu manera de pensar? Poniendo patrones de pensamientos nuevos y eso es a través  de lo que oímos, leemos y vemos. Si queremos como creyentes ser transformados más y mejor a la imagen del Señor debemos leer la Biblia, meditarla, orarla, memorizarla, estudiarla, y sobre todo aplicarla.

Quisiera ver la parábola del sembrador, pero esta vez no aplicada a distintos tipos de personas sino a distintas actitudes o estados de ánimos que podemos estar viviendo al acercarnos a la Palabra  

Leamos la parábola en Lucas 8:4-15 NTV “Cierto día, Jesús contó una historia en forma de parábola a una gran multitud, proveniente de varias ciudades, que se había reunido para escucharlo: «Un agricultor salió a sembrar. A medida que esparcía las semillas por el campo, algunas cayeron sobre el camino, donde las pisotearon y los pájaros se las comieron. Otras cayeron entre las rocas. Comenzaron a crecer, pero la planta pronto se marchitó y murió por falta de humedad. Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron junto con ellas y ahogaron los brotes. Pero otras semillas cayeron en tierra fértil. Estas semillas crecieron, ¡y produjeron una cosecha que fue cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!». Después de haber dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda».  Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola. Él respondió: «A ustedes se les permite entender los secretos del reino de Dios, pero utilizo parábolas para enseñarles a los demás y para que se cumplan las Escrituras: “Cuando miren, no verán realmente. Cuando oigan, no entenderán”. »Este es el significado de la parábola: la semilla es la palabra de Dios. Las semillas que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje, pero viene el diablo, se lo quita del corazón e impide que crean y sean salvos. Las semillas sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y lo reciben con alegría; pero como no tienen raíces profundas, creen por un tiempo y luego se apartan cuando enfrentan la tentación. Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen el mensaje, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida. Así que nunca crecen hasta la madurez. Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a las personas sinceras, de buen corazón, que oyen la palabra de Dios, se aferran a ella y con paciencia producen una cosecha enorme.”

Jesús primero cuenta la parábola para todo el mundo pero luego, va a explicar de una forma más precisa a sus discípulos. Veámoslo:

  • la semilla es la palabra de Dios. Es verdad que mucha cosas pueden cambiar nuestra forma de pensar, pero lo que realmente da fruto bueno y verdadero en nuestras vidas es la Palabra  de Dios. Del tiempo que le dediques a estudiarla y obedecerla va a depender el avance de la obra de Dios en tu vida. Dios no va a forzar a nadie. No va a cambiarte si no quieres.

Así que lo primero que te voy a preguntar, que me preguntaré yo es ¿cuánto estoy expuesto a la palabra de Dios? O dicho de otra forma, ¿lees?, pero no siempre lo mismo o lo que te gusta, ¿lees la Biblia completa todos los años? ¿La lees cada día?.

Podría parecer una pregunta ridícula para creyentes nacidos de nuevo, pero no lo es, hay gente que no lee la Biblia. El otro día en internet debatía con un hombre que decía que no había que leer la Biblia sino escucharla en las reuniones y que te la explicaran. Eso no está bien, no es nada correcto. No tengo nada en contra de los predicadores, de hecho, yo lo soy pero el predicador puede enseñar cosas equivocadas como por ejemplo la teoría de la prosperidad, que tanto daño está haciendo últimamente. Además recuerda  Hechos 17:11 NTV “Los de Berea tenían una mentalidad más abierta que los de Tesalónica y escucharon con entusiasmo el mensaje de Pablo. Día tras día examinaban las Escrituras para ver si Pablo y Silas enseñaban la verdad.”. Yo te puedo enseñar algo erróneo. Pido a Dios y os ruego oréis por mí que eso nunca ocurra. Pero pudiera ocurrir, así que te animo a leer la Biblia para ver si lo que digo es verdad. Además, hay que alimentarse diariamente y de todos los nutrientes. Así que, no te puedes conformar con las dos o tres reuniones de iglesia que vayas, o de leer solo lo que te guste. Debes tener tu propio devocional con Dios con un plan de lectura que abarque toda la Biblia.

Así que el primer punto y sin el cual no hay parábola está tratado, pues sin semilla no hay parábola que tratar.

Luego nos va a dar distintos escenarios donde puede caer esa semilla. Jesús habla de tipo de personas, pero como os he comentado, quiero ver si en algún momento determinado de mi vida, la semilla que leo no está dando fruto porque algo en mí está fallando. Veamos a ver qué nos dice:

Primero:
  • Las semillas que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje, pero viene el diablo, se lo quita del corazón e impide que crean y sean salvos. 

En este caso habla de palabras que lees, oyes, pero el diablo la quita de tu corazón impidiendo que las creas. ¿te ha ocurrido alguna vez que has leído y no has creído que eso pueda ocurrirte a ti? 

Conozco a personas que después quizás de 10 años en la iglesia te preguntan ¿cuál es mi llamado? ¿qué dones tengo? Esto es un ejemplo, porque son preguntas muy comunes. Si has leído hoy que Dios da dones a todos para la edificación de la Iglesia y no sabes aún cuál es el tuyo, el diablo te está robando el poder ejercer tu llamado. Y esto es muy importante, porque tu labor para la obra de Dios no se está haciendo

Lees que estás llamado a perdonar pero, esa palabra no va contigo y estás mal con gente. El diablo te quiere seguir manteniendo atado en tu falta de perdón, amargura... si Dios dice que tienes que perdonar, lo tienes que hacer, no puedes decir, pero yo no puedo. Estás haciendo a la Palabra mentirosa. 

Otro tema muy polémico son los diezmos. La palabra es muy clara al respecto y los que dicen que no hay que hacerlo, han leído el pasaje dónde habla Jesús mismo, permitiendo que satanás lo quite de vuestros corazones y no creáis. Leámoslo Mateo 23:23 NTV “Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues se cuidan de dar el diezmo sobre el más mínimo ingreso de sus jardines de hierbas, pero pasan por alto los aspectos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Es cierto que deben diezmar, pero sin descuidar las cosas más importantes.» Repito al mismo Jesús, es cierto que deben diezmar, pero sin descuidar las cosas más importantes. 

Estos son solo unos de esos pocos ejemplos que se ven en la vida más cotidiana que hacen que no seas no salva, sino en este caso no sano, porque algunos de ellos tiene grandes consecuencias en tu vida.

Segundo:
  • Las semillas sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y lo reciben con alegría; pero como no tienen raíces profundas, creen por un tiempo y luego se apartan cuando enfrentan la tentación. 

Aquí habla de palabras que has leído, oído, creído y puesto por práctica pero ¿qué ha ocurrido? Dice que calló sobre rocas, lo recibes con alegría y pasado un tiempo ya se pierde. ¿cuál es la razón? Enfrentar la tentación.

Cada persona sabe con qué tipo de tentaciones luchan, son muy personales y es importante que cada uno reconozca en su vida, que determinadas cosas para ellos pueden llevarlos a caer. 

Ejemplos difíciles de exponer aquí serían las drogas, el alcohol, sexo. He vivido con dos  hermanos heroinómanos y puedo deciros que fue dura la batalla hasta la victoria. También con el paso de los años he conocido a muchos que han ido a centros de rehabilitación, la Palabra les tocó pero no lo suficiente. Tristemente un amigo prefirió vivir poco y mal, sabiendo cuál sería su final eterno y no dejó las drogas porque las prefería. Es muy triste, pero fue así. Recuerdo que le decía, lee la Biblia, vuelve a los caminos de Dios y le daba incluso temor abrir la Biblia y leer. La tenía encima del armario para no verla. Ya sabía lo imprescindible, que si seguía así iría al infierno y no retrocedió. Éramos vecinos y crecimos juntos. Se enganchó con mis hermanos y murió hace ya algunos años.

Otro ejemplo podría ser la enfermedad. Saber que Dios es un Dios de sanidad, de poder y yo me enfrento algunos días a casi no poder andar me lleva algunas veces a luchar con la tentación de dudar de su poder. Estos días orando por personas que piden sanidad, una voz me decía ¿tú vas a pedir sanidad?, ¿no te ves? Pero gracias a Dios pronto pude reaccionar y orar por la persona y también pedir que si no era la voluntad de Dios sanarla, como es mi caso en este tiempo, pudiera aceptarlo en el corazón y poder hacerle sentir útil. Yo me alegro de poder estudiar y escribir y de poder orar por personas. Me siento útil en mi debilidad, pero también reconozco que a veces lucho y estoy triste, me cuesta aceptar esta enfermedad, su incapacidad y dependencia. Necesito aprender lo que Dios quiere que aprenda a través de ella, eso me ayudará a aceptarla y echar raíces profundas que luego no me muevan y hagan caer.

Otros ejemplos más fáciles son el tomar azúcar para aquel que descubre que es diabético y no puede aguantar o el control de grasas por el colesterol. Podrían decir estos dos casos no tienen aquí lugar pero sí, somos templo del Espíritu Santo y debemos cuidarlo. Yo reconozco que lo dulce me encanta, pero tengo problemas con el páncreas y con el colesterol así que debería hacer cambios en mi alimentación y tristemente confieso, no lo hago, y no siempre cuido el templo de Dios, aunque cuando pienso en ese versículo me maravillo pero luego cuando veo el chocolate, y algunas veces caigo.

Creo que casi todos sabemos cuáles son esas cosas que cuando viene la tentación, fallamos. Así que debemos procurar trabajar en ello, fortalecernos en el Señor para poder vencer.


Tercero:
  • Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen el mensaje, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida. Así que nunca crecen hasta la madurez. 

Ahora nos dice que hay semillas, Palabras que no crecen hasta madurar en nuestras vidas porque estas palabras son desplazadas por preocupaciones, riquezas o placeres de la vida.

Creo que muy fácil de identificar puede ser la santidad en las personas, el compromiso. Hay personas que no llegan a cambiar mucho, ir madurando porque siempre viven enredados por ejemplo en sus preocupaciones. Conozco a determinadas personas que llevan años de conocer al Señor, pero son bebés espirituales, no crecen. Y este versículo nos da la clave, su prioridad no es Dios y la Palabra, no es Dios y crecer día a día, ser transformado a su imagen y semejanza sino que este mensaje que saben debe estar muy vivo en ellos, está desplazado por tres posibles cosas:

  • preocupaciones. En este caso, el mensaje de la palabra ha calado, ha llegado, solo que las preocupaciones desplazan la verdad de Dios por otras cosas. Uff. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Dios es mi Pastor, nada me faltará... y podría nombrarte algunos más y llegó la falta de trabajo y con ello el afán, los nervios, las muchas preocupaciones, la cabeza todo el día dando vueltas. Y olvidamos lo que creemos. Me gusta la oración del Padre nuestro, que Jesús nos enseña a orar y dice “danos hoy el pan de cada día” Jesús no enseñó, “que tenga 10 mil euros en el banco para estar tranquilo”, no. Enseñó provee para hoy, cada día traerá su propio afán. Y te lo dice alguien que está en paro. Cuando el enemigo quiere venir a poner estrés en mi corazón y que me olvide que es Dios quien me provee, me hablo a mi misma y me digo, “hasta ahora no te ha faltado”. Quizás no tenga para determinadas cosas que quisiera, no te lo voy a negar, pero lo necesario para mí, Él siempre me lo ha suplido. 
  • riquezas. Este es un problema gravísimo. Hombres y mujeres que consideraba que eran grandes siervos de Dios me han decepcionado completamente porque se han enredado en las riquezas. Se han engañado por ejemplo en la teoría de la prosperidad y están haciendo un daño tremendo a la obra de Dios porque gente está desobedeciendo al mandamiento de los diezmos porque estos líderes se están enriqueciendo a costa de la obra. Dejaron de crecer en santidad y ahora, son tremendamente carnales. Pero esto no es solo problema de este tipo de personas. Hay algunos que  viven para enriquecerse, personas normales que trabajan en cosas del mundo y de segundo Dios y esto nunca debe ser. Tenemos que trabajar para poder vivir, pero debemos buscar por todos los medios encontrar el tiempo diario, para estar con Dios, leer su Palabra, estudiarla, orar y también acudir a la congregación. Y si mi tiempo lo paso trabajando sin parar para tener más y más y no tengo tiempo para Dios a diario, tengo un problema.
  • placeres de la vida. ¿Conoces a gente que dice que tiene que vivir ahora que se es joven? ¿conoces a personas que no tienen tiempo para venir al culto durante la semana pero buscan su horita para tomar el café con sus amigos, ir al gimnasio, cuando viene el calor a la playa.... ? Es triste que conociendo la Palabra de Dios desde niños, o de años, ahora vengan unos amigos a tener más poder. Y es que no son esos amigos, es que algo en tu corazón no está bien, hay espinos que quitar. Tienes una vida carnal que no ha sido derrotada y debes trabajar duro en buscar la santidad y el compromiso.

No puedes ser igual que hace un año. El cristiano debe crecer, debe madurar y si no estás cambiando, si no estás madurando puede que alguna de estas tres cosas estén ocupando un lugar importante en tu corazón.

Cuarto:
  • Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a las personas sinceras, de buen corazón, que oyen la palabra de Dios, se aferran a ella y con paciencia producen una cosecha enorme

Y termina con aquellas personas que tienen como prioridad la Palabra de Dios de tal manera que la creen, la graban en su mente y su corazón de forma que cuando hay problemas, porque les llegan las tentaciones y las preocupaciones, se aferran a la Palabra y la creen, la obedecen y tienen paciencia y vencen a la tentación y pasan a través de las preocupaciones y se ponen metas y prioridades en las que el Reino de Dios y su justicia es su prioridad, así que van a crecer, avanzar en santidad, en el ministerio, en la obra.

Quiero terminar con un versículo que es bueno memorizar:


“Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.” Mateo 6:33 NTV

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