Cómo no agradecerte tanto amor? Cómo no darte gracias por tanta gracia? En la cruz pagaste el pecado del mundo incluído el mío, sí, el mío también. Hiciste posible el perdón, porque sufriste el castigo que el pecado reclamaba. Tuviste que morir entre otras cosa porque yo pequé, estaba separada de ti y nada podía hacer posible mi reconciliación sino era por medio de Tú pagar por mí. Estaba alejada de ti, de tus caminos, de conocerte y en la cruz me reconciliaste con el Padre, contigo y el Espíritu Santo. Ofreciste vida eterna para todo aquel que aceptara tu sacrificio. Y te revelaste a mi corazón y te acepté, me hiciste tu hija, heredera, mujer de propósito, de vida. Me sanastes aquel día y hoy día sigues haciéndolo. Cuanto amor, cuánta gracia. Ayúdame a darte lo mejor de mí porque menos no merecerías.
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