miércoles, 25 de abril de 2018

Club de lectura - Libro de los Hechos de los apóstoles capítulo 26


Entonces Agripa dijo á Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó á responder por sí, diciendo:
Acerca de todas las cosas de que soy acusado por los Judíos, oh rey Agripa, me tengo por dichoso de que haya hoy de defenderme delante de ti;

Mayormente sabiendo tú todas las costumbres y cuestiones que hay entre los Judíos: por lo cual te ruego que me oigas con paciencia.
Mi vida pues desde la mocedad, la cual desde el principio fué en mi nación, en Jerusalem, todos los Judíos la saben:
Los cuales tienen ya conocido que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme á la más rigurosa secta de nuestra religión he vivido Fariseo.
Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios á nuestros padres, soy llamado en juicio;
A la cual promesa nuestras doce tribus, sirviendo constantemente de día y de noche, esperan que han de llegar. Por la cual esperanza, oh rey Agripa, soy acusado de los Judíos.
Qué! ¿Júzgase cosa increíble entre vosotros que Dios resucite los muertos?
Yo ciertamente había pensando deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret:
10 Lo cual también hice en Jerusalem, y yo encerré en cárcel es á muchos de los santos, recibida potestad de los príncipes de los sacerdotes; y cuando eran matados, yo dí mi voto.
11 Y muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forcé á blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extrañas.
12 En lo cual ocupado, yendo á Damasco con potestad y comisión de los príncipes de los sacerdotes,
13 En mitad del día, oh rey, vi en el camino una luz del cielo, que sobrepujaba el resplandor del sol, la cual me rodeó y á los que iban conmigo.
14 Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebraica: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra los aguijones.
15 Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, á quien tú persigues.
16 Mas levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto te he aparecido, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que apareceré á ti:
17 Librándote del pueblo y de los Gentiles, á los cuales ahora te envío,
18 Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas á la luz, y de la potestad de Satanás á Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión de pecados y suerte entre los santificados.
19 Por lo cual, oh rey Agripa, no fuí rebelde á la visión celestial:
20 Antes anuncié primeramente á los que están en Damasco, y Jerusalem, y por toda la tierra de Judea, y á los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen á Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.
21 Por causa de esto los Judíos, tomándome en el templo, tentaron matarme.
22 Mas ayudado del auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio á pequeños y á grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de venir:
23 Que Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y á los Gentiles.
24 Y diciendo él estas cosas en su defensa, Festo á gran voz dijo: Estás loco, Pablo: las muchas letras te vuelven loco.
25 Mas él dijo: No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de templanza.
26 Pues el rey sabe estas cosas, delante del cual también hablo confiadamente. Pues no pienso que ignora nada de esto; pues no ha sido esto hecho en algún rincón.
27 ¿Crees, rey Agripa, á los profetas? Yo sé que crees.
28 Entonces Agripa dijo á Pablo: Por poco me persuades á ser Cristiano.
29 Y Pablo dijo: ­Pluguiese á Dios que por poco ó por mucho, no solamente tú, mas también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas prisiones!
30 Y como hubo dicho estas cosas, se levantó el rey, y el presidente, y Bernice, y los que se habían sentado con ellos;
31 Y como se retiraron aparte, hablaban los unos á los otros, diciendo: Ninguna cosa digna ni de muerte, ni de prisión, hace este hombre.
32 Y Agripa dijo á Festo: Podía este hombre ser suelto, si no hubiera apelado á César.


Reina-Valera Antigua (RVA)
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5 comentarios:

  1. Después de Pablo testificar de su fe al rey Agripa, éste le responde: "Por poco me persuades a ser cristiano". Persuadir significa llevar a otro a saber o creer algo con certeza. Pablo respondió, que ese era su deseo. Señor Jesús, ayúdanos cada día a compartir con otros aquello en lo que tenemos gran certeza: "Que tu eres Dios y que moriste en la cruz para perdonar nuestros pecados".

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  2. Pablo hoy continua su defensa ante el rey Agripa, Festo y muchos otros. En esta ocasión va a contar desde su infancia, como buscó a Dios y fue enseñado hasta la realidad de un encuentro con Jesús que aunque le dejó ciego físicamente, le abrió los ojos espirituales para comprender lo que hasta ese momento no era capaz. Entendió algo tremendo "Jesús es Dios" v8, era el cumplimiento de lo que él y su pueblo estaban esperando v6.....(Te animo a leerlo).
    Es algo tremendo que estudiemos y no veamos, pero es así y necesitamos cada día poder orar a Dios y pedirle cuando estamos leyendo que nos revele Su verdad, que abra nuestros ojos espirituales y nuestro entendimiento. Gracias Espíritu Santo por ser nuestro guía diario y nuestro maestro.

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  3. Por años, siglos, habían esperado la promesa que Dios les hizo (v6) y cuando llegó el momento, vino Jesús y no lo reconocieron. ¿Por qué? no vino según sus expectativas, sino según la voluntad perfecta de Dios. Que tremendísimo, y estorbaron la voluntad de Dios, la vida de Jesús y después la vida de muchos,
    Esto me lleva a pensar, ¿cuántas veces nosotros mismos somos los obstáculos para la bendición de Dios en nuestras vidas?, ¿en la vida de otros? ¿cuántas veces somos incapaces de reconocer sus beneficios y los dejamos pasar? Señor, ayúdanos cada día, a reconocer tus bondades, tus misericordias, tu voluntad para cada uno de nosotros.

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  4. Pablo aprovechaba cada oportunidad que tenía para testificar, y lo hacía delante de reyes y delante de autoridades... Yo quiero ser como él, que no me corte de decirle a los que me pregunten y a quien sea quién es mi Salvador.
    27 ¿Crees, rey Agripa, á los profetas? Yo sé que crees.
    28 Entonces Agripa dijo á Pablo: Por poco me persuades á ser Cristiano.
    29 Y Pablo dijo: ­Pluguiese á Dios que por poco ó por mucho, no solamente tú, mas también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas prisiones!

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  5. Pablo nos muestra una vez más a través de Los Hechos de los apóstoles la importancia de compartir el testimonio persona. Nos cuenta como era antes de conocer al Señor, lo que pasó cuando tuvo un encuentro personal con él y lo que sucedió después. El testimonio le sirvió para testificar de Jesús. Que hoy seamos sabios en compartir nuestro testimonio.

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