Gozo

En este mundo de dificultades, problemas, la gente necesita gozo y no cualquier gozo, sino el gozo que trae el Espíritu Santo a nuestras vidas ya que como dice Nehemías 8:10b "no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fortaleza."

La gente, muchas veces, se siente frustrada y no tiene gozo, porque espera que ese gozo nazca de estar completamente sano, con dinero, sin dificultades, pero el gozo tal como se entiende en las Escrituras y que viene como una cualidad del Espíritu Santo nada tiene que ver con esto. Ya conocemos los casos de varios apóstoles, perseguidos, en la cárcel y alabando a Dios. Conocemos el testimonio de Pablo, y como trabajó arduamente. Yo quiero crecer en esa cualidad del Espíritu Santo para seguir afrontando el día a día, teniendo un testimonio de alabanza, gratitud y adoración a Dios.

Jesús nos quiso dejar claro qué era el verdadero gozo. Leamos Lucas 10:17-20. En este capítulo vemos como Jesús envía delante de Él a 70 personas de dos en dos para que fueran a cada ciudad a donde Él debía de ir. Les da las instrucciones y les manda a sanar y a compartir que el reino de Dios había llegado a ellos. Los versículos 17 al 20 recogen la vuelta y la conversación de los discípulos con Jesús. "Y volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía á Satanás, como un rayo, que caía del cielo. He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Mas no os gocéis de esto, que los espíritus se os sujetan; antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos."


Repito "Mas no os gocéis de esto, que los espíritus se os sujetan; antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos". Es decir nuestro gozo no debe venir de como nos sintamos o tengamos y ni siquiera de ver como Dios nos usa con poder en el ministerio que nos ha encomendado, nuestro gozo tiene que venir de nuestra salvación, de tener los nombres escritos en los cielos.

Entonces, después de saber cual es la fuente del verdadero gozo, ¿por qué a veces los cristianos estamos atribulados? ¿Por qué a veces las cosas externas o nuestras emociones nos desenfocan de algo tan precioso? Porque muchas veces olvidamos de dónde hemos sido rescatados y para qué, olvidamos quienes somos realmente, a quien pertenecemos. Y también, dejamos que estas cosas apaguen un poco el fuego del Espíritu Santo en nuestras vidas.

El libro de los Hechos de los Apóstoles nos enseña vez tras vez como los primeros cristianos tenían una característica en común, "tenían alegría". Podemos ver por ejemplo Hechos 2:46-47 "«Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón, Alabando á Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día á la iglesia los que habían de ser salvos." Podemos ver muchos más ejemplos así, la base de su alegría y motivación era la salvación y ser llenos del Espíritu Santo.

Para que veamos que no dependía de momentos de plenitud y que todo les fuera bien, veamos 1 Ts 1:5-6  "Por cuanto nuestro evangelio no fué á vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. Y vosotros fuisteis hechos imitadores de nosotros, y del Señor, recibiendo la palabra con mucha tribulación, con gozo del Espíritu Santo".

Es decir, lo normal era recibir la palabra en medio de mucha tribulación y además con gozo, un gozo que nadie puede entender si no lo ha recibido y es que no hay nada más glorioso que saberse uno salvo y heredero de la vida eterna.

También tenemos que tener en cuenta que debemos enfrentar el proceso de santificación en nuestra vida a través de las pruebas Santiago 1:2-4 nos dice "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones; Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa." Es de ir debemos tened sumo gozo al enfrentar cada prueba sabiendo que a través de ellas Dios obra en nuestra vida y nos hace perfectos, cabales y no nos falta obra alguna.

Para terminar vamos a mirar un hermoso pasaje, 1 Pedro 1:6-9 "En lo cual vosotros os alegráis, estando al presente un poco de tiempo afligidos en diversas tentaciones, si es necesario, Para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, bien que sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesucristo fuera manifestado: Al cual, no habiendo visto, le amáis; en el cual creyendo, aunque al presente no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorificado; Obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salud de vuestras almas."

Empezaremos resaltando, el gozo es o debería ser permanente en la vida de un creyente. Como hemos dicho, no se debería dejar afectar por las cosas externas que se nos oponen ni por las internas que aún no están debidamente sometidas a Cristo. Dios permite pruebas, diversas pruebas para nuestra fe y ellas son a través de aflicciones que son pasajeras, nos dice, poco tiempo. Dios quiere que cuando nuestro Señor Jesucristo sea manifestado, nuestra fe sea firme, así que permite las pruebas y nosotros que bien deberíamos saber esto, deberíamos alegrarnos, gozarnos. Pero claro, eso es contra natura, así que solo puede ser si buscamos la ayuda y llenura del Espíritu Santo en nuestras vidas. ¿Por qué podemos mantener el gozo, y además inefable, es decir que no puede ser descrito con palabras? Porque miramos en fe a Cristo, le amamos, sabemos, que Él vino a morir por nosotros, que volverá un día glorificado por nosotros, que si aún  no ha vuelto cuando llegue mi hora, me dormiré y despertaré reunido con Él, y con el Padre y nuestro amado Espíritu Santo.

Podríamos hablar muchas más cosas sobre el gozo del  Espíritu Santo en nuestras vidas pero no queremos ser muy extensos. Resumiremos los tres puntos importantes que hemos querido resaltar.
- el gozo viene como consecuencia de nuestra salvación
- El gozo va creciendo con la experiencia diaria con el Espíritu Santo sin importar las dificultades internas o externas, probando nuestra fe
- Tenemos un gozo que no podemos describir al considerar que Cristo vino a morir por nosotros para salvarnos y que un día volverá a llevarnos a su Presencia.

Que Dios te bendiga y puedas ver crecer el fruto del gozo en tu vida.

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Tea espero en la próxima porción.

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