Por otra parte, libró al justo Lot, que se hallaba abrumado por la vida desenfrenada de esos perversos, pues este justo, que convivía con ellos y amaba el bien, día tras día sentía que se le despedazaba el alma por las obras inicuas que veía y oía. 2 Pedro 2:7-8 NVI
Hoy nos encontramos ante el cuarto y último ejemplo en el que estamos viendo la justicia De Dios en el Antiguo Testamento. Después de ver a los ángeles caídos, al pueblo antes del diluvio y a las ciudades de Sodoma y Gomorra, hoy nos encontramos otra vez con Lot. Digo otra vez, porque ayer hablábamos de él. Ayer decíamos que Sodoma no estaba sin testigo ya que allí vivía Lot. ¿qué nos enseña este versículo acerca de Lot?
- el pecado, la vida desenfrenada de los perversos que vivían el Sodoma, hacían qué Lot estuviera abrumado
- Lot era justo
- Lot amaba el bien
- Día a día sentía que se le despedazaba el alma por las obras inicuas que veía y oía.
Qué tremendo sería vivir allí. Abrumado, sentía que su alma era hecha pedazos, el mal estaba allí dónde mirara pero eso no le impidió vivir siendo justo y amando el bien.
El mal que nos rodea puede y de hecho, debe afectarnos, porque desagrada a Dios. A veces nos acostumbramos a que las cosas vayan mal y a nuestra alma no le afecta. Pero nunca debería ser así. El pecado debe afectarnos. No dejemos que nuestra alma se adormezca.
Me gustaría mencionar un pecado que a mí me afecta mucho y es la pedofilia, el abuso de la infancia, la violación de niños. Yo considero vomitivo el hecho de violar a niños de meses, ir de vacaciones sexuales a países como Tailandia,Camboya para tener relaciones sexuales con niñ@s. Nunca mi alma se quede igual ante este tipo de violencia contra la infancia, Señor ayúdame a trabajar contigo para erradicarla.
Qué Dios te bendiga
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