49 Acuérdate de la palabra
dada á tu siervo, en la cual me has hecho esperar.
50 Esta es mi consuelo en
mi aflicción: porque tu dicho me ha vivificado.
51 Los soberbios se
burlaron mucho de mí: mas no me he apartado de tu ley.
52 Acordéme, oh Jehová, de
tus juicios antiguos, y consoléme.
53 Horror se apoderó de mí,
á causa de los impíos que dejan tu ley.
54 Cánticos me fueron tus
estatutos en la mansión de mis peregrinaciones.
55 Acordéme en la noche de
tu nombre, oh Jehová, y guardé tu ley.