4 HE aquí que tú eres hermosa, amiga mía, he aquí que tú eres hermosa; tus ojos entre tus guedejas como de paloma; Tus cabellos como manada de cabras, que se muestran desde el monte de Galaad.
2 Tus dientes, como manadas de trasquiladas ovejas, que suben del lavadero, todas con crías mellizas, y ninguna entre ellas estéril.