El hombre malo, el hombre depravado, Anda en perversidad de boca; Guiña de sus ojos, habla con sus pies, Indica con sus dedos; Perversidades hay en su corazón, anda pensando mal en todo tiempo; Enciende rencillas. Por tanto su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio. Proverbios 6:12-15 RVES
El sabio nos va a dar los rasgos según Dios del hombre depravado, indigno, perverso. Son características que desagradan a Dios y que desde luego deberíamos examinar nuestras vidas y ver que no existen en nosotros.
¿Qué características son?:
- su comunicación verbal es perversa, es decir habla con maldad y es consciente de ello. Podemos incluir aquí mentiras que dañan las relaciones, palabras hirientes, calumnias, todo lo que hablemos con la intención de causar un daño a otra persona, sea la que escucha o queramos dañar a través de destruir su testimonio, su reputación.
- su lenguaje no verbal es engañoso, nos dice:
# Guiña con sus ojos
# Habla con sus pies
# Indica con sus dedos
Hoy día se estudia mucho el lenguaje no verbal de las personas y este hombre depravado usa sus ojos, pies y manos para dar mensajes engañosos. Un claro ejemplo de ello sería estar hablando con alguien y con los ojos o las manos indicar a otra persona que es mentira, el típico gestos de estar loco, gestos de burla engaño.
- su corazón, el asiento de la voluntad, de las emociones, y los pensamientos está lleno de y centrado en maldad. El sabio enfatiza sus pensamientos están concentrados en todo tiempo en el mal. Que duro vivir en esa agonía, cuando todo lo que sientes es dolor y enemistad, un corazón lleno de maldad, de rencores, de amarguras, de dolor, enfocado en dañar y muy posiblemente vengarse.
- por último nos dice que enciende rencillas, provoca discordias. No está tranquilo si no ve a la gente pelear, enemistados. Horton dijo de este tipo de personas "describe a las personas que pone a la gente en contra del líder y al líder a sospechar de la gente".
El sabio quiere dejar claro el final de ellos, la calamidad vendrá a ellos y los quebrantará pero no podrán remediarlo.
Ningún hijo de Dios puede tener en su carácter ninguna de estas características. Si ves que hay algo en tu vida que necesita se quitado, no lo dejes para mañana, comienza hoy.
Que el Señor te bendiga
