Los primeros dieciocho versículos del Evangelio de Juan nos da una introducción acerca de todo lo que veremos a través del resto de los capítulos. En estos versículos que analizamos en estos momentos podemos ver el tema central de este evangelio, Jesús, que es Dios, existía desde la eternidad y fue copartícipe en la creación. Llegado un determinado momento de la historia, vino en carne a dar una nueva oportunidad, un nuevo comienzo a la humanidad. Vino a dar vida eterna a todo aquel que creyese en Él y le reciba como su Salvador personal.
Veamos ahora estos versículos:
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Juan 1:1-2 RVES
En estos dos versículos podemos ver tres cosas importantes acerca del Verbo:
- estaba allí en el principio de todas las cosas. Se remonta a Génesis 1 para decirnos que el Verbo no era una cosa creada sino que ya existía cuando comenzó la creación. Asi que el evangelio de Juan comienza declarando la preexistencia del Verbo.
- el Verbo era con Dios, lo que implica una personalidad separada y distinta que vivía en eterna comunión con Dios. La palabra que se usa para "con" es "pros" que implica interacción recíproca, lo que se puede traducir por cara a cara.
- el Verbo era Dios, que Moffatt traduce como "el Verbo era divino". El uso del griego nos enseña que está expresando que el Verbo es igual a Dios en carácter, cualidad, esencia y ser.
Juan enfatiza que el Verbo es Dios desde la eternidad.
Llegados a este punto, tenemos que preguntarnos ¿qué significaba para ellos el Verbo?. Es la traducción a la palabra griega "logos" y tanto los judíos devotos como los griegos y estoicos la vinculaban con Dios y su actividad creadora.
Veamos que más nos dice Juan acerca del Verbo:
Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fué hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron. Juan 1:3-5 RVES
- El Verbo es el creador de todas las cosas, sin el Verbo nada de lo creado existiría, porque el formó parte de cada detalle de la creación. Dios y solo Dios está detrás de todo.
- En el Verbo estaba la vida. No solo posee la vida sino que es la vida misma y la fuente de vida. Aquel que existe sin tener con él al Verbo realmente no tiene vida.
- El Verbo era la luz de los hombres. Una vida sin el Verbo es una vida en tinieblas, en la oscuridad. Para Juan las tinieblas, la oscuridad del mundo era tan real como la luz.
- Aun cuando es muy evidente que la luz resplandece en las tinieblas, el mundo caído estaba tan en tinieblas que cuando vino la luz no pudieron llegar a comprenderla, no llegaron a entender quien realmente era ni a que había venido.
Fué un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, para que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Juan 1:6-8 RVES
En estos versículos vemos la relación del Verbo con Juan el Bautista. Juan era la voz profética que se oía en el pueblo de Dios después de cientos de años. La Escritura nos dice que Juan fue enviado por Dios para dar testimonio. Tenía un llamado tremendamente importante, dar testimonio de la luz con un propósito específico, que todos creyeran en la luz. Juan quiere dejar muy claro desde el principio el lugar de este hombre de Dios en la historia, no era ni más ni menos que un testigo de la luz. Juan siempre supo esa verdad y nunca atrajo la atención hacia él aunque muchos le dieron un lugar de excesiva importancia en su tiempo.
Aquel era la luz verdadera, que alumbra á todo hombre que viene á este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fué hecho por él; y el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre: Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. Juan 1:9-13 RVES
Juan le dice a sus lectores que el Verbo era la luz verdadera. Quizás algunos a lo largo de la historia ha pretendido ser luz a muchos pero Él y solo Él es la luz verdadera. La luz verdadera no excluye a nadie sino que alumbra a todo el mundo, sin distinción de raza, cultura, color, nación, género.
Aquel que había creado todo venía a este mundo y el mundo no conoció a su Creador, creyeron que era un hombre cualquiera. Llegados a este punto, todos los que leían podían intuir muy claramente que Juan se estaba refiriendo a Jesucristo y eso sería un choque tremendo para ellos. Les dijo, vino a hacer su propósito, vino a su creación, vino a esta tierra, a su pueblo escogido pero lo triste es que no le recibieron, no lo entendieron y le rechazaron. Pero no todos le rechazaron, no todos le rechazan hoy.
Juan proclama que solo podemos entrar en una relación real y verdadera de hijos de Dios si no es por medio de Jesucristo. Aun cuando Él nos ofrece el derecho de llegar a ser hijos pero no nos obliga a aceptarlo. ¿Cómo lo aceptamos? Creyendo en su nombre. Creyendo quien dice que es Él y creyendo en su sacrificio a favor de nosotros.
La condición de hijo de Dios no se transmite de padres a hijos, ni nadie tiene en sí la facultad de producir el nuevo nacimiento, ni ningún hombre puede nunca llegar a producir ese nuevo nacimiento en otra persona. Entonces, ¿cómo puede hacerse?. Nos dice "más de Dios" y es que el poder del nuevo nacimiento solo está en Cristo, quien es Dios.
Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14 RVES
Estamos ante el punto central del evangelio de Juan, en Verbo se hizo carne y quiso habitar entre nosotros. Que cosa más tremenda. Quizás hasta aquí habían empezado a entrever que estaba hablando de Jesús pero llegados a este punto, quedaba bien claro. Todos podían entender que se refería a Él. Juan nos dice que la vida de Cristo fue la manifestación de la gloria de Dios. La vida de Cristo estaba totalmente lleno del favor inmerecido de Dios, de su gracia pero a la vez estaba totalmente lleno de la verdad. Él fue verdadero y recto y su amor inmerecido nunca excuso el pecado.
Juan dió testimonio de él, y clamó diciendo: Este es del que yo decía: El que viene tras mí, es antes de mí: porque es primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia. Porque la ley por Moisés fué dada: mas la gracia y la verdad por Jesucristo fué hecha. A Dios nadie le vió jamás: el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le declaró. Juan 1:15-18 RVES
¿Cuál fue el testimonio que Juan el Bautista trajo para que todos creyesen?:
- Juan había estado predicando acerca de Él, así que cuando apareció pudo decirle a la gente: "este es del que yo decía". Su mensaje tenía un único punto, Jesús.
- Juan dejaba claro el lugar que ocupaba en su relación con Jesús. Jesús era primero que él. Aunque comenzó su ministerio antes, él sabía su lugar y estaba claro que era por detrás de Él.
- En Cristo habitaba la suma total de todo lo que hay en Dios, así que de Él podemos tomar todos y todo, además encontramos una bendición inmerecida tras otra.
- Juan trata de contrastar el periodo del Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento. Moisés vino trayendo la ley pero Cristo el amor inmerecido de Dios y la verdad . MacDonald dijo: Cristo murió para pagar la pena de muerte que merecíamos para poder mostrarnos una bondad inmerecida al salvar nuestras almas y darnos un lugar en el cielo".
- Jesús vino a revelarnos totalmente cómo es Dios. Cuando oían sus palabras, veían sus milagros y sanidades realmente estaban oyendo y viendo a Dios mismo.
- Jesús está en la más íntima relación, que se puede tener con el Padre. Debido a esa intimidad relación puede declarárnoslo, revelárnoslo.
Que Dios os bendiga.
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Bibliografía:
Santa Biblia - Versión Reina Valera 1909
Comentario Bíblico Mattew Henry
Comentario según San Juan - Leon Morris
Comentario al Evangelio de Juan - Barclay
Comentario según San Juan - Leon Morris
Comentario al Evangelio de Juan - Barclay
Comentario Mundo Hispano - Evangelio de Juan
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