Gracias por llevarme a tierra de vida, de fruto, de propósito...
Gracias por instruirme cada día, por revelar tus secretos, tus diamantes, a mi.
Gracias por guardarme estos años.
Gracias por tu fidelidad.
Gracias porque he sentido tu amor, tu protección, tu ayuda.
Me guardas como a la niña de tus ojos.
GRACIAS MI SEÑOR JESÚS.