Diario 15 de julio de 2015

Buenos días, hoy quiero agradecer a Dios por haber sido mi ayudador cada día, mi socorro. Puedo decir que desde que le conocí, he sentido su presencia y ayuda en el diario caminar. El mayor privilegio que puedo tener cada día es saber que Dios está conmigo, que cuando me levanto no estoy sola en esta aventura de la vida, sino acompañada, dirigida y guardada por el Todopoderoso. Es por ello que quiero alabarle y agradecerle su gran amor. Dice el versículo que por esta gran ayuda puede esta alabándolo bajo la sombra de sus alas. En estos días de extrema calor, uno sabe bien el valor de una sombra, donde encontrar refrigerio y ademas, protección bajo las alas. Gracias mi Dios por hacer mis días mas seguros. Te bendigo por tu gran bondad. Pido que podamos seguir experimentando cada día ese socorro que viene de ti pero sobre todo que podamos seguir alabándote y reconociéndote cada día.