Y SIENDO Abram de edad de noventa y nueve años, aparecióle Jehová, y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto.
2 Y pondré mi pacto entre mí y ti, y multiplicarte he mucho en gran manera.
3 Entonces Abram cayó sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo: