Este proverbio habla un poco de parte de mi testimonio. Dios ha tenido que trabajar duro con mi carácter. El enojo era un área de debilidad en mi vida y a causa de él, puedo decir que muchas veces he obrado neciamente. Doy muchas gracias a Dios por tratar conmigo y hacer de mi una mujer más paciente. Señor libra a todos aquellos que batallan en ese área de debilidad y fortalece sus carácteres.
Por otro lado también habla de hombres perversos, maliciosos que serán y son aborrecidos. Quién quiere estar con alguien malvado, que como se dice nos sabes si te va a dar la entrada o la salida, pero de seguro te la va a dar. Líbranos Señor en tu misericordia de ellos, que no seamos heridos por tener relaciones que no son buenas para nosotros.
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