Salmo 119:41-48 VAU Testifica

Continuamos con este recorrido por el salmo 119, hoy llegamos a la sexta estrofa VAU.

Te animo a escuchar los versículos que forman esta estrofa y un brevísimo consejo.

En esta sexta estrofa, vamos a ver acerca del coraje necesario para dar testimonio, o también pensé, "de la abundancia del corazón habla tu boca". 

El salmista tiene un gran amor hacia Dios y lo busca de forma reiterada, así que lo más normal, es que hable y hable de Él. NO podemos nunca decir que tenemos un amor profundo por Dios y su Palabra y nunca hablar ni de Él, ni de su Palabra, porque de que vas a hablar si no, ya que como dice la Escritura, de la abundancia del corazón habla tu boca.

En esta estrofa, podemos ver dos peticiones y seis promesas, así que vamos a ver los versículos en ese orden, primero los versículos 41 y 43 donde encontramos las dos peticiones y luego los restantes.

Primera petición

Pide que el favor de Dios venga a su vida su vida conforme dice Su palabra. Es muy interesante, el salmista está clamando por la misericordia de Dios, es decir, el amor que no te da lo que mereces, y en ese ruego, ¿qué dice que es esa misericordia que pide?, la salvación.

¡Qué razón y qué revelación!, La salvación es el favor inmerecido de Dios. El salmista se reconoce pecador y ruega que Dios le salve, algo que realmente no merecemos ninguno. 

El motivo para esta petición: nos dice que él conocía esta revelación a través de la Escritura. ¿Entendemos que podemos pedir a Dios que cumpla lo que nos revela de Su Escritura?

Segunda petición

Que nunca deje de testificar. Quiere que en todo momento Dios le ayude a estar compartiendo, y no cualquier cosa, sino la verdad, un testimonio sincero. 

¿Qué impide que prediques? El salmista quiere que Dios nunca deje que deje de hablar de la palabra de verdad. 

Recuerdo el testimonio de R.Warren acerca de la partida con el Señor de su padre. Cuenta que no paraba de decir "una vida más, una vida más". Había dedicado su vida a hablar acerca de la salvación de Dios y de ganar almas para Cristo.

¿Tengo pasión por compartir?

El salmista dice que el motivo para esta petición es que tiene su esperanza en los juicios de Dios. ¿dónde está mi esperanza?.

Y después de estas dos peticiones vamos a ver cuáles son las promesas que el salmista hace.

Primera promesa

Quería testificar de la bondad de Dios a aquellos que le avergüenzan, que le afrentan.

Dice que la respuesta va a ser que él descansa en la Palabra de Dios. Para mi esto fue revelador hace un tiempo, necesito confiar en la palabra y descansar en ella.

Así que cuando alguien me afrente, cuando alguien me diga algo en contra de la bondad de Dios, de lo que dice su Palabra, puedo responder con fuerza, con poder, con autoridad.

Te animo a confiar en Dios y en su promesas, a usar la palabra como la mejor defensa ante aquellos que te afrenten. Lee, medita, estudia, memoriza. En la palabra de Dios hay poder. Confía en ella, úsala.

Segunda promesa

Obediencia a la palabra durante toda su vida. Está confiado que toda su vida, sin importar cómo, cuándo y cuánto le costara, va a obedecerle y es por ello que hace esta promesa.

Implica toda su vida y en toda circunstancia. ¿Puedes hacer esa promesa?.

Si no puedes hacerla, ¿de dónde viene esa inseguridad para no poder hacer esa promesa?. Sería bueno que lo examinaras porque Dios merece de nosotros fidelidad hasta la eternidad.

Tercera promesa

Andar en libertad, libre de ansiedades, temores, etc., es decir, de cualquier cosa que pueda atarte. Y me parece una tremenda promesa que parte de una maravillosa bendición. 

¿Quién puede andar en total libertad si Dios no lo liberare?

El versículo dice literalmente "andaré por ancho campo". ¿Por qué dice el salmista que anda en esa libertad? porque ha buscado los mandamientos de Dios. 

Esta revelación me recuerda a Juan 8:32 "y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres", pero ¿cómo dice Jesús que llegamos a esa liberación? Justamente antes, leemos en Juan 8:31 "si permanecéis en mis palabras, seréis verdaderamente mis discípulos". 

Así que te animo a hacer esta promesa a Dios que trae tremendo beneficio, decide permanecer en la palabra de Dios y andar en verdadera libertad.

Cuarta promesa

Testificar a las autoridades. Esto es tremendo porque el creyente siempre ha tenido el llamado a decir a aquellos que están en autoridad lo que no está bien y no sentirse ni inferiores, ni en desventaja. Con Cristo siempre estaré en ventaja.

¿Solemos decir lo que está mal según la palabra o preferimos ser "políticamente correctos". Esto es algo que me llama la atención últimamente, porque pareciera que no debemos hablar para no ofender, pero lo que está mal, está mal y no deberíamos callarnos. Hace unos años, en mi país, en el programa electoral de un partido iba, matrimonios homosexuales, el aborto con muchísima libertad, etc. Y me pregunto cómo algunos dicen que es mejor no hablar de esas cosas para no crear enemistad. Creo que cada uno es libre para hacer lo que quiere con su vida y en su vida, pero yo también tengo la libertad para decir lo que según Dios está bien y lo que no.

Quinta promesa

Deleitarse en los mandamientos de Dios. 

Y me pregunto ¿Cómo predicar si no amo lo que predico?. ¿Cómo hablar con pasión si no tienes pasión por su palabra?. El salmista ama la palabra de Dios.

Juan 14:23 dice "si me amáis, guardaréis mis palabras". ¿Hay pasión por obedecer la palabra de Dios en tu vida?.

El salmista encontraba regocijo en los mandamientos y en obedecerlos porque así demostraba el amor que tenía por la palabra y por su Señor.

Sexta promesa

Reverencia a los mandamientos. Dice nuevamente que ama los mandamientos y promete que meditará en ellos.

Yo pido a Dios que me ayude a tener una actitud correcta hacia Él y su palabra, quiero amar más y más la palabra y no solo los versículos que me gustan acerca del amor de Dios, de sus bondades, de su victoria, etc. Quiero tener igual o mayor amor por los versículos que me ayudan a entender cómo caminar en santidad, en verdad, en justicia, porque realmente son lo que más me hacen falta cada día para poder caminar agradándole.

Oro por ti, que has estado leyendo esto y te pido que tú lo hagas por mí. Señor ayúdanos a amarte a ti y tu palabra y permanecer en ti y en tu palabra.

Que el Señor os bendiga,

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Bibliografía:

Santa Biblia - Versión Reina Valera 1960

Comentario Bíblico Mattew Henry

Comentario Mundo Hispano - Salmos

El Tesoro de David - C.H. Spurgeon