Salmo 119:145-152 COF Cercano está el Señor

Continuamos con este recorrido por el salmo 119, hoy llegamos a la estrofa número diecinueve COF

Te animo a escuchar los versículos que forman esta estrofa y un brevísimo consejo.

 En esta estrofa podemos ver una oración profunda del salmista. Nos dirá a quién oro, cuándo, cómo, qué, por qué, cuál fue la respuesta de Dios y cuál el compromiso que él tomó. comencemos.

El salmista clama a Dios. Muchos buscamos solución a nuestras dificultades en nosotros mismos, en otras personas, en un pastor, en un terapeuta, pero el salmista clama a Dios. ¿a quién sueles clamar tú? sería la pregunta ahora. Si busca ayuda en otros quizás te van a defraudar y además de la dificultad te encontrarás herido, si buscas ser tú el que te saques de todos los apuros, llegarás a entender que hay cosas que  no puedes solo, aprenderás humildad en el camino, pero si buscas a Dios, Él te ayudará y quizás te lleve a una persona para que te ayude.


Quiero decir con esto que no debes ir a tu pastor para que ore por ti y te ayude, NO, esto no es lo que digo, lo que digo es que el pastor como persona no puede ser tu solución, él solo es un hombre más. Es ir al pastor o a quien te dirijas, entendiendo que Dios es quien debe dar la salida, buscando que Dios os dé la victoria en ello, que le dé la sabiduría. Dependemos de Dios, las personas son instrumentos de Dios.

¿Cómo oró? con todo su corazón, sin doblez, con corazón sincero, de forma concisa, pero exacta. Siento en los versículos su sentido de urgencia., "SÁLVAME, RESPÓNDEME".
Spurgeon dijo "No es necesario que haya hermosura en la elocución de nuestras oraciones, ni longitud de expresión, ni profundidad de doctrina, ni exactitud de dicción; pero si hay en ellos todo el corazón, encontrarás el camino al corazón de Dios".

He oído a muchas personas comenzar en los caminos de Señor y decir, pero yo no sé orar, no sé pedir como tú o como aquel, pero eso es elocución muchas veces, Dios no necesita eso, necesita sinceridad y con una palabra quizás expresas más que con veinte frases. No necesitas un curso para hablarle a Dios, necesitas ser sincero.

¿Qué pidió? Pidió ser librado de sus enemigos, de sus dificultades, de aquellos que le perseguían, que le oprimían.

¿Cuándo oró? No dice, "me anticipé al alba", "se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche". Es decir, por la mañana se levantaba bien temprano y antes, mucho antes de comenzar a hacer nada, comenzaba con Dios, con su Palabra, con la oración,

La noche judía va desde las 6 de la tarde a las 6 de la mañana y estas doce horas se dividen en vigilias. Estas eran tres:

• de 06 a 10 comenzar de las vigilias
• de 10 a 2 guardia de la noche
• de 02 a 06 vigilia de la mañana

En tiempo de los romanos las vigilias eran cuatro (una de ellas llamada "canto del gallo).

Entonces, vemos como el salmista entendió la importancia de buscar a Dios antes de cualquier cosa que fuera hacer en su día, pero también cuando terminaba el día, lo hacía con Dios, con su Palabra y en las madrugadas, él se desvelaba y buscaba meditar.

También vemos algo importante, por la mañana nos dice que "espera en la palabra" es decir, pone su día delante de Dios esperando que lo que dice Dios, sus promesas sean cumplidas en su vida, y al caer en la noche "medita" en los mandamientos de Dios, en su comportamiento del día si ha cumplido o no dichos mandamientos. Se examina,

 El salmista sigue clamando a Dios y le dice:

• óyeme, conforme a tu misericordia. La base por la cual Dios nos oye es su misericordia y el salmista que quiere que Dios le libre, clama, Señor, por tu misericordia, óyeme. Sería bueno siempre recordar esta gran verdad que muchas veces el cristiano pasa de alto, si Dios me oye es por amor, por su inagotable amor.
• vivifícame conforme a tu juicio. ¿que pedía que le oyera? quería vida, la vida que lee en la Palabra. Dice conforme a tu juicio, conforme a lo que crees que es correcto conforme a tus dichos.

¿Qué ocurría en su vida? Aquellos que se había alejado de los mandamientos del Señor, se acercaron a la maldad y le perseguían. Que tremendo contraste, y que claridad la del salmista, cuando te alejas de Dios y su palabra te tienes que acercar a algo y aunque no te hayas percatado, es a la maldad. Que nadie te engañe, sí en esta vida espiritual, es blanco o negro, no hay lugar intermedio.

¿Por qué se tienen que alejar de la ley y acercarse a la maldad para perseguirlo? Porque la ley lo condenaría, la ley no lo permitiría. Si andamos en rectitud no podemos perseguir a nadie, no nos engañemos.

¿Cómo se salvó? Quizás los adversarios se unieron a la maldad para dañarlo, PERO con él estaba Dios, con él estaba Jehová. Guau Si Dios es contigo, quién podrá contra ti. Y esa es nuestra tremenda y magnifica realidad, CERCANO ESTÁ EL SEÑOR. Aleluya. Con nosotros está Dios y sus promesas. Con nosotros está el victorioso. "El que tiene a Dios tiene la mayoría".

El salmista va a concluir con su respuesta a la respuesta de la oración. Cohen dijo "tras larga reflexión sobre los testimonios de Dios, se ha convencido de que son eternamente válidos y por eso, confía en ellos cuando se halla en peligro".

Y es eso, el salmista nos testifica de su fe, está convencido de que la Palabra de Dios es firme, firme en sus promesas de bendición, en sus promesas de ayuda. No cambian, no fluctúan.

Son válido para ti hoy día, para mí también lo son. Si como el salmista, sientes que tu vida está en dificultad, por aquellos que quieren  dañarte, cree firmemente que el Dios del salmista, el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob, de José, de David, es tu Dios y está cercano a ti para ayudarte.

Clama a Él que te salve, que te saque victorioso de esta situación. Clama a Él por ayuda. Cree firmemente que Él esta cercano a ti. Su Palabra es firme

Que Dios os bendiga.

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Bibliografía:

Santa Biblia - Versión Reina Valera 1960

Comentario Bíblico Mattew Henry

Comentario Mundo Hispano - Salmos

El Tesoro de David - C.H. Spurgeon