5.- Un cántico al Dios de la salvación Salmo 68:19-23
Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra salud. (Selah.) Dios, nuestro Dios ha de salvarnos; Y de Dios Jehová es el librar de la muerte. Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, La cabelluda mollera del que camina en sus pecados. El Señor dijo: De Basán haré volver, Te haré volver de los profundos de la mar: Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos, Y de ella la lengua de tus perros. Salmos 68:19-23 RVES
Esta porción comienza con una bendición al Dios Soberano, a nuestro Señor, por una verdad que es tremenda, un Dios que vive en y con nosotros, que nos acompaña en cada momento de nuestras vidas, que no se muestra insensible ni pasivo ante nuestras necesidades diarias y no solo naturales como alimento, cuidados cotidianos, sino también nuestras necesidades emocionales y espirituales.
Podemos leer, "cada día". No es un Dios de hoy sí, mañana no, sino de presencia y ayuda continua, perpetua. ¿Qué nos dice que hace por nosotros cada día? nos colma de beneficios. En otras versiones podemos leer que lleva nuestras cargas, que nos lleva en sus brazos. Tremendo. ¿Qué podemos temer si Él cada día nos lleva en sus brazos, lleva nuestras cargas, nos bendice? Este pensamiento es demasiado maravilloso.
Vamos a meditar acerca de beneficios que tenemos por el simple hecho de haber aceptado a Cristo como Salvador, pero como introducción diremos que somos
- perdonados
- reconciliados con Dios
- Justificados por su gracia
- Aceptados en su familia, llegamos a ser sus hijos, sus herederos
- Es por ello que envía al Espíritu Santo a morar en nosotros
- Cada día su amor nos bendice, su gracia nos transforma, su fidelidad nos acompaña
- Nos ha dado su Palabra, alimento espiritual, guía para el caminar, consuelo y arma de victoria en las dificultades
Podría seguir con esto pero ¿qué nos dice específicamente estos versículos, este salmo?
Es un Dios de salvación, Él siempre ha anhelado rescatar a un pueblo para sí y entregó su vida para poder ser nuestro Salvador.
Nos libra de la muerte. Jesús en la cruz tomó dominio sobre la muerte y ya no solo el creyente tiene y vive en la esperanza de una vida eterna, sino que ha quitado el poder que la muerte tenía sobre nosotros. Ahora el cristiano vive ya libre del temor a la muerte, sabemos que sabemos que no tiene poder sobre nosotros. Aleluya.
Continúa diciéndonos que herirá la cabeza de nuestros enemigos. ¿Decimos que estamos libres de problemas, dificultades? Más bien no, decimos que en todas las cosas que vienen a dañarnos, Él nos llevará en sus brazos y nos ayudará a tener la victoria final. Dios promete herir, vencer, a los enemigos de nuestra alma. No debemos temer la aflicción. Hoy he leído una frase que me ha gustado, aunque no decían el autor, decía así "todo milagro comienza con una dificultad". Así es, Dios muchas veces permite dificultades en nuestras vidas para obrar tremendas liberaciones, sanidades. Y qué me decís del poder terminar el día en paz. Quizás hoy te encontraste con una cajera desagradable, con una respuesta poco acertada, con una crítica dañina y Dios obró perdón, sanidad, paciencia. Esas pequeñas cosas que antes no podíamos soportar hoy ya tenemos la victoria sobre ellas.
La cabelluda mollera del que camina en sus pecados nos habla de orgullo, arrogancia. Dios libra una batalla contra toda altivez que se levanta contra Él y su pueblo.
Y culmina esta porción con un ejemplo de victoria en el pueblo de Dios. Nos puede parecer dura la descripción pero debemos aborrecer totalmente el pecado y saber que tarde más o tarde menos tendrá su justa retribución.
En el siguiente porción podemos ver la bendición de poder alabar y adorar a Dios. Además a alegrarnos más allá de las dificultades porque vemos con los ojos de la fe.
6.- La procesión al santuario salmo 68:24-27
Vieron tus caminos, oh Dios; Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario. Los cantores iban delante, los tañedores detrás; En medio, las doncellas, con adufes. Bendecid á Dios en congregaciones: Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel. Allí estaba el joven Benjamín señoreador de ellos, Los príncipes de Judá en su congregación, Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Nephtalí. Salmos 68:24-27 RVES
El salmista conmemora una marcha triunfal del pueblo de Dios. La alabanza y la adoración acompañando la gratitud del pueblo hacia un Dios que ayudó y ayuda a su pueblo. Ante las victorias que Dios ha obrado en nuestro pasado y las que sabemos que sabemos que obrará en nuestro presente y futuro no nos queda más que bendecirle. Además tenemos el llamado a reunirnos, congregarnos y bendecir unidos a nuestro Dios y Rey, a nuestro Señor.
Andrew Fuller escribió "podemos lamentar el pecado; pero un espíritu angustiado, descontento y desagradecido contamina todavía el altar de Dios". Desarraiguemos de nosotros estas debilidades del carácter.
¿Cuál es nuestra actitud ante las dificultades del día a día? ¿Cómo es tu alabanza y adoración? Recordemos, cada día nos bendice, lleva nuestras cargas, nos lleva en sus brazos. Nuestra adoración sobre todo en los momentos de dificultad nos ayuda a concentrarnos en lo verdadero en Dios y su poder, su voluntad para nuestras vidas. El cristiano no debe ser fatalista sino enérgico en su gratitud y adoración a Dios sean cuales sean las circunstancias que atravesemos.
Y aún cuando no menciona a todas las tribus de Israel, entendemos que menciona una representación de ella. Vemos mencionados a cantores, músicos, doncellas, Benjamín, Judá, Zabulón y Neftalí, pero también vemos que dice estirpe de Israel, así que ya seas joven o anciano, hombre o mujer, jefe o un siervo más, estás llamado a participar de la adoración a Dios.
En la siguiente porción veremos como podemos vivir vidas transformadas que se consagran a Dios, que con su ejemplo tocan la vida de personas, trabajan junto con Dios para tocar el futuro de ellas y de naciones
7.- naciones reconocen el poder de Dios. Salmo 68:28-30
Tu Dios ha ordenado tu fuerza; Confirma, oh Dios, lo que has obrado en nosotros. Por razón de tu templo en Jerusalem Los reyes te ofrecerán dones. Reprime la reunión de gentes armadas, La multitud de toros con los becerros de los pueblos, Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata: Disipa los pueblos que se complacen en la guerra. Salmos 68:28-30 RVES
¿Es solo su pueblo adorándole y reconociéndole? No los reyes, las naciones vendrán a Dios.
Comienza esta porción reconociendo que quienes somos y lo que tenemos vienen de Dios. El salmista dice que Dios es quien ha ordenado su fuerza o como dice Samuel Martin "lo mejor que hay en ti: todo lo que está dentro de ti, todo lo que puedes hacer, ser y llegar a ser; y todo lo que tienes". Somos lo que somos, porque Dios quiso hacernos así.
Pero muchas veces nos vemos grandes y pensamos que somos así por nosotros mismos y caemos en el pecado de orgullo. Y a veces nos vemos infinitamente pequeños y débiles, incapaces de ser y hacer nada y eso también es orgullo. Debemos considerar quien nos ha hecho y ni infravalorarnos ni súper valorarnos sino más bien pedir que realmente seamos quienes ÉL realmente quiere que seamos, que Dios confirme lo que Él ha obrado en nosotros y que nosotros seamos capaces de quitar lo que otros o nosotros mismos hemos distorsionado de esa imagen de Dios. Vivamos vidas consagradas a Dios.
Continúa diciendo que por causa del templo de Dios, los reyes vendrían a ofrecer regalos. Hoy sabemos que Dios no habita en templos hechos de manos, sino que habita en cada uno de sus hijos. Tú y yo somos templo de su Espíritu Santo, y así por causa de nuestro testimonio, por causa de nuestra vida, las gentes vengan y adoren al Rey de Reyes, al Señor de Señores. Que lleguen a ofrendarles no sus dones sino sus vidas.
Por otro lado, Dios terminará reprimiendo a aquellos que actúan en rebeldía a Dios. Y nosotros debemos de pedir que Dios disipe a todos aquellos que no quieren vivir en la voluntad de Dios. Unámonos en oración para buscar que el reino de Dios, la voluntad de Dios sea hecha en la tierra como en el cielo.
Va a terminar el salmo reconociendo el privilegio que tenemos de ser instrumentos de Dios.
8.- Exuberante alabanza al Dios del triunfo Salmo 68:31-35
Vendrán príncipes de Egipto; Etiopía apresurará sus manos á Dios. Reinos de la tierra, cantad á Dios, Cantad al Señor (Selah); Al que cabalga sobre los cielos de los cielos que son de antiguo: He aquí á su voz dará voz de fortaleza. Atribuid fortaleza á Dios: Sobre Israel es su magnificencia, Y su poder está en los cielos. Terrible eres, oh Dios, desde tus santuarios: El Dios de Israel, él da fortaleza y vigor á su pueblo. Bendito Dios. Salmos 68:31-35 RVES
Comenzaba el salmo con Israel o un llamado a tu vida a adorar a Dios, va a finalizar el salmo con una realidad, las naciones vendrán a unirse al pueblo de Dios y adorar. Hoy podría parecernos muy lejano. Egipto y Etiopía representaban a naciones opuestas a Dios, rebeldes a Su voluntad. Pero llega el día en el cual estas naciones apresurarán sus manos a Dios. Deberíamos orar para que eso llegue a ocurrir y no esperar en temor ante el avance de los enemigos de Dios queriendo conquistar el mundo.
Después de llevarnos ante la idea de evangelización mundial, misiones e intercesión por las naciones, Va a concluir con un llamado nuevamente a alabar a Dios y a reconocer su poderío. Nos dice que cantemos a aquel que es Dios sobre todo, al que cabalga sobre los cielos de los cielos, del que reconocemos y entendemos tiene una voz poderosa, poderosísima. Todo lo creado fue hecho a través de su voz, así que quien podrá resistir si a su voz, su voz da fortaleza. Reconozcamos que Él es magnifico y su magnificencia es sobre nosotros. Reconozcamos su poder y reconozcamos en gratitud y adoración que Él da poder y vigor a su pueblo.
Bendito sea nuestro Dios.
Bendito sea por siempre Dios.
Que Dios te bendiga.
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