Buenos días, en esta mañana tanto el devocional como por otro lado, el Señor me ha dado este versículo. ¡Qué tremendo privilegio y llamado ser sacerdotes y ministros de Dios!. Señor ayúdame a cumplir cada día con el gran llamado y privilegio que me has dado. Ayúdame a vivir una vida de santidad que te glorifique. Ayúdame a que otros a través de mi testimonio te puedan ver, te puedan glorificar. Ayúdame a centrarme en lo que realmente importa, hacer tu voluntad para mí.
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