Proverbios 3:1-10 Hijo mío, no te olvides de mi ley; Y tu corazón guarde mis mandamientos: porque largura de días, y años de vida Y paz te aumentarán. Misericordia y verdad no te desamparen; atalas á tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón: y hallarás gracia y buena opinión En los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no estribes en tu prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu opinión: Teme á Jehová, y apártate del mal; porque será medicina á tu ombligo, Y tuétano á tus huesos. Honra á Jehová de tu sustancia, Y de las primicias de todos tus frutos; y serán llenas tus trojes con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
Salomón tiene una preocupación importante por sus oyentes, sus discípulos. algo que olvidó en un tiempo de su vida el mismo. Nos dice:
Aunque eran sus palabras las que oían y que hoy leemos, él sabía que realmente eran palabras que venían directamente de Dios. La obediencia a la enseñanza de Salomón es la obediencia a las Santas Escrituras,
¿Cuál era la razón a este llamado? Te va a bendecir, no es por limitar tu vida, atarte a rigidez sino todo lo contrario, te bendecirá.
Dice el versículo 2 que te aumentarán los años de vida, del día, de paz. La obediencia trae bendición.
Jay Adams dice "la salud del cuerpo procede de la salud del alma".
En estos versículos vamos a ver mandamiento y también bendiciones de cumplirlas
Primero, Dios quiere darte su favor. ¿Qué pide de ti?
Dios nos pide que la misericordia y la verdad sean parte principal de nuestra vida, de nuestro día.
El salmo 85:10 es un salmo profético que nos habla de la cruz del Calvario donde la misericordia y la verdad se encontraron en Jesús. Cuando Cristo murió en la cruz reconocía la verdad, que la paga del pecado era muerte y separación de Dios pero queriendo pagar el precio por tu pecado y el mío, murió mostrando así su gran misericordia. Esto me enseña que debo vivir con justicia. La verdad es verdad y no puedo ni debo cambiarla pero la verdad puede y debe ir acompañada de misericordia, la misma que Jesús tenía en la cruz del Calvario.
Salomón nos dice:
- átalas a tu cuello que implica visibilidad, lo externo. A mi personalmente me recuerda a mi garganta que protejo del frío para que no se dañe y pueda hablar. Señor que la verdad que hable siempre vaya recubierta de misericordia. Líbrame Señor de todo lo que quiera dañar eso en mí.
- escríbela en la tabla de tu corazón que implica lo invisible. lo interno. Esto me recuerda a las Tablas de los Diez Mandamientos que deben gobernar mi corazón, mi voluntad, mis emociones, mis pensamientos.
Así que todo tu ser, lo externo y lo interno, lo que se ve y lo que no se ve sea gobernado por el carácter de Dios. por su misericordia y por su verdad.
Y continúa diciendo que si están en nosotros gobernando nuestro ser, nuestras acciones, palabras, emociones, voluntad, hallaremos gracia y buena opinión en los ojos de Dios y de los hombres.
Muchas personas compran el favor de los hombres con regalos, halagos, siguiéndoles la corriente haciendo lo que ellos quieren sin rechistar, pero esto es un precio demasiado alto y además este favor no es duradero. Nuestra meta nunca debe ser agradar a los hombres sino deleitarnos en obedecer y como recompensa vendrá el favor.
Si actuamos con verdad y misericordia lograremos que Dios se agrade de nosotros y que la gente termine reconociendo que detrás de esas palabras y acciones que hacemos y decimos hay amor real y verdadero.
Segundo, quiere darte una dirección correcta. ¿Qué nos pide?
- Confía en Dios de todo tu corazón, Hay circunstancias del día a día en la que debemos tomar una decisión. Cada día decidimos al levantarnos ¿qué hacer? ¿a dónde ir? ¿cómo ir?e incluso si eres como yo ¿qué hacer de comer? ¿qué comprar? ¿dónde hacerlo?. El Señor dice, yo quiero darte dirección correcta, quiero que cada decisión que tengas que tomar, por insignificante que te parezca la traigas a mí y yo te diré lo mejor para ti y los tuyos.
- No dependas de tu propio entendimiento. Necesitamos reconocer que debemos menguar y que Él debe crecer y cuando llevas una vida tirando de la dirección, quizás eso te cueste pero déjalo en el timón del barco. El sabe lo mejor mientras que tu entendimiento te ha llevado alguna vez a malas decisiones. Aprende a confiar ne Él y a desconfiar de ti.
- Reconócelo en todos tus caminos. Busca Su voluntad en todo y todo, es todo. No hay nada que puedas querer hacer, decir vivir que salga de ese todo.
Tercero, traerá sanidad a tu cuerpo. Literalmente dice ombligo y los huesos. Es decir, quiere traer vigor físico a tu cuerpo. ¿Qué nos pide?
- No ser sabio en tu propia opinión. Es decir, aleja el orgullo de tu vida. Nuevamente nos aconseja no fiarnos de lo que conocemos porque debemos tener en cuenta que nuestro conocimiento está influenciado por nuestras vivencias, por el pecado, por nuestro carácter.
- Teme a Dios. No vamos a profundizar en este punto porque ya hemos hablado de ello, Solo recordarte que no es tenerle miedo sino conocerle a Él, su santidad y obedecerle por lo que es Él, por lo que merece.
- Apartarse del mal. Otras traducciones dicen el mal se apartará de ti. Lo que es claro es que el mal y el creyente no deben tener nada en común.
Cuarto, quiere bendecir tu economía, quiere traerte prosperidad. Aunque nuestra meta no debe ser el dinero, todos somos conscientes que es necesario para el día a día. ¿Qué nos pide?
- En este caso, dar los diezmos, lo mejor de nosotros incluido nuestros bienes, nuestro tiempo, nuestras fuerzas.
Vamos a terminar con el Salmo 112:1 que dice dichoso el hombre que teme a Dios y se deleita en sus mandamientos, no en sus recompensas.
Dios promete bendecir con abundancia si le das lo mejor, no te quedarás con poco y malo sino que te bendecirá con sobreabundancia.
Que Dios te bendiga
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Bibliografía:
Santa Biblia - Versión Reina Valera 1909
Comentario Bíblico Mattew Henry
Comentario Mundo Hispano - Proverbios
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