sábado, 22 de marzo de 2014

Excelencias de la ley de Dios - Salmo 119:41-48

41 Y venga á mí tu misericordia, oh Jehová; tu salud, conforme á tu dicho.
42 Y daré por respuesta á mi avergonzador, que en tu palabra he confiado.
43 Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad; porque á tu juicio espero.
44 Y guardaré tu ley siempre, por siglo de siglo.
45 Y andaré en anchura, porque busqué tus mandamientos.
46 Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.
47 Y deleitaréme en tus mandamientos, que he amado.
48 Alzaré asimismo mis manos á tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos.



2 comentarios:

  1. La mejor defensa a nuestra fe que podemos imaginar es creer lo que dice la Palabra de Dios y decirla cuando nos rebaten. Señor, ayúdanos cada día a tener tu palabra en nuestra boca y no permitas que nada la quite. (v42y43)

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  2. Como el ver 43 dice, que su PALABRA esté siempre en mi boca, Señor quiero serte fiel siempre y seguir TUS CAMINOS

    43 Y no quites de mi boca en nigún tiempo la palabra de verdad; porque á tu juicio espero.

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