Debemos ser honestos con nosotros mismos y no vivir de ilusiones, de cuentos, de engaños y mentiras. Vamos a ver en Efesios 4:1-16 algunas cosas en las cuales debemos de pensar. En otras porciones de Efesios hemos visto cómo Dios trae una gran cantidad de bendiciones a nuestra vida cuándo nos convertimos y hoy vamos a ver, cómo Dios usó personas y situaciones para atraerte a Él.
Me gustaría primeramente pensar cada uno de nosotros en nuestro testimonio, ¿cómo fue que llegamos a conocer al Señor? ¿a quienes usó para ello? Yo de mi vida personal os puedo contar cómo Dios usó algo muy muy malo para acercarme a Él. Dos de mis hermanos eran heroinómanos y yo vivía con mis padres y ellos en casa. Mis otros dos hermanos vivían fuera. Llevé a mis hermanos a muchos sitios y por fin, uno de ellos se curó en un centro de rehabilitación evangélico. Allí, fue cómo comencé a conocer de Cristo. Otro día os contaré totalmente mi testimonio pero hoy me quedaré aquí. Os pido que meditéis y agradezcáis a Dios por aquellos que Dios usó para tocar vuestras vidas y ora por ellos.