La tradición nos informa que el autor del segundo de los evangelios (pero que por fecha de creación se considera el más antiguo de los cuatro “evangelios” es Juan Marcos.
Vamos a ir considerando lo poco que podemos conocer de él.
“Mientras pensaba así, llegó a casa de María, la madre de Juan, a quien todos conocían como Marcos. Muchos hermanos se habían reunido allí para orar. Cuando Pedro llamó a la puerta del patio, una muchacha llamada Rode salió a ver quién llamaba” Hechos 12:12-13 RVC
Cosas que podemos aprender a través de estos dos versículos:
- Marcos, se llamaba realmente Juan, y Marcos era un sobrenombre. Aquí dice que ese era el nombre por el qué le conocían.
- Era hijo de María
- Posiblemente no tenía padre ya que no se menciona al esposo de María ni al padre de Marcos en ningún lugar.
- Su hogar era lugar de reunión para oración de los creyentes. Como bien dice Barclay “Marcos se crió en el mismo centro de la naciente Iglesia Cristiana”.
- Puede que fuera una familia pudiente por:
- La casa era bien amplia pues en ella se reunían muchos hermanos
- Rode, la muchacha que abre la puerta es una criada o esclava por la palabra que usa PAIDISKE
- La casa tenía un portal, dice que Pedro llamó a la puerta del patio
“Fue así como José, un levita de Chipre, a quien los apóstoles apodaban Bernabé (que significa, Hijo de consolación), vendió un terreno de su propiedad y entregó a los apóstoles el dinero de la venta.” Hechos 4:36-37 RVC
Su tío era Bernabé como veremos más tarde. Según este versículo, realmente se llamaba José pero por su carácter tan marcado se llamaba Bernabé, es decir hijo de consolación.
Vemos que su familia estaba muy entregada a la obra, Bernabé entregó el dinero de la venta de un terreno suyo a los discípulos y la casa de su madre estaba al servicio de la obra. Esto estaría moldeando su carácter también.
“Cuando Bernabé y Saulo cumplieron su servicio, volvieron de Jerusalén y se llevaron con ellos a Juan, también conocido como Marcos.” Hechos 12:25 RVC
“En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros Bernabé y Simón, al que llamaban Niger; Lucio de Cirene; Manaén, que se había criado con el tetrarca Herodes, y Saulo. Como ellos servían al Señor y ayunaban siempre, el Espíritu Santo dijo: «Apártenme a Bernabé y a Saulo, porque los he llamado para un importante trabajo.» Y así, después de que todos ayunaron y oraron, les impusieron las manos y los despidieron. Bernabé y Saulo fueron llevados por el Espíritu Santo a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre. Al llegar a Salamina, comenzaron a predicar la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Juan iba con ellos y les ayudaba.” Hechos 13:1-5 RVC
Después de que zarparon de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; allí Juan se apartó de ellos y volvió a Jerusalén. Hechos 13:13 RVC
Cuándo Bernabé y Saulo fueron a Jerusalén, se llevaron con ellos a Marcos. Luego los líderes de Antioquía comisionaron a Bernabé y a Saulo para la obra misionera. Ellos se llevaron a Juan con ellos. Pero la escritura nos enseña qué después de Chipre, Marcos no siguió con ellos.
Algunos días después, Pablo le dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar a los hermanos en las ciudades donde hemos anunciado la palabra del Señor, para ver cómo están.» Bernabé quería que los acompañara Juan, que también era conocido como Marcos, pero Pablo no estuvo de acuerdo porque Juan se había separado de ellos en Panfilia y no había trabajado con ellos. Tan grande fue el desacuerdo entre ellos, que terminaron por separarse: Bernabé tomó a Marcos y se embarcó a Chipre, pero Pablo escogió a Silas. Los hermanos lo encomendaron a la bendición del Señor, y a su paso por Siria y Cilicia fue confirmando a las iglesias. Hechos 15:36-41 RVC
Bernabé y Pablo van a comenzar su segundo viaje pero la escritura nos enseña que discutieron porque Bernabé quería que Marcos fuera con ellos pero Pablo no quiso. El desacuerdo era tan grande que se separaron. Por un lado fueron Pablo y Silas y por el otro Bernabé y Marcos, que fueron a Chipre.
Bernabé y Marcos van a desaparecer más o menos por diez años de las Escrituras, dando paso la Escritura a la obra misionera que realizaban Pablo y Silas. De Bernabé ya no oiremos más pero algo interesante es que de Juan Marcos sí. Quizás hubo un tiempo en el cual Pablo no consideraba a Marcos para trabajar con él, pero eso ya lo habían arreglado. Esto podemos leerlo en Col 4:19, 2 Tim 4:11 y en Fil 23-24 donde dice que es colaborador suyo y algo extraordinario, le es muy útil para su ministerio.
Los saluda Aristarco, mi compañero de prisión, lo mismo que Marcos, el sobrino de Bernabé, acerca del cual ya han recibido instrucciones. Si Marcos va a visitarlos, recíbanlo bien. Colosenses 4:10 RVC
Solo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es útil para el ministerio. 2 Timoteo 4:11 RVC
Te saludan Epafras, que es mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, y mis colaboradores Marcos, Aristarco, Demas y Lucas. Filemón 1:23-24 RVC
Vemos como Juan Marcos cambió, maduró espiritualmente y llegó a una reconciliación con Pablo de tal manera que no fue un colaborador cualquiera para él sino alguien importante.
¿Es la influencia de Pablo la que se afectaría a Marcos a la hora de escribir el evangelio? No, porque aunque Marcos volvió a trabajar con Pablo en alguna que otra ocasión, no fue según la tradición su ministerio.
La iglesia que está en Babilonia, y que fue elegida juntamente con ustedes, les manda saludos, lo mismo que mi hijo Marcos. 1 Pedro 5:13 RVC
Pedro nos habla de su hijo espiritual Marcos. Parece que Marcos fue el intérprete de Pedro y que las palabras que vamos a leer y estudiar son enseñanzas dadas por Pedro.
Fue un hombre que supo madurar, reconciliarse con Pablo y pasar de no querer Pablo nada con él a considerarlo útil para su ministerio.
Vemos como la vida de este hombre estuvo influenciada primero por la primera iglesia en Jerusalén, luego por Pablo y Bernabé y en su etapa madura espiritual por la enseñanza de los dos apóstoles quizás más preeminente si no contamos a Juan. Dios tenía un propósito muy importante para su vida, escribir el evangelio, y se preparó para ello. Prepárate para el propósito que tiene Dios para tu vida.
Aprendamos de la vida de Juan Marcos, queramos avanzar y cuando fallemos, sepamos rectificar para nuestro avance. Dios tiene cosas importantes para cada uno de nosotros y no debemos pararnos por un fallo en el camino.
Terminamos con una cita de Spurgeon: “Los objetivos no se alcanzarán nunca a menos que haya algunos que se esfuercen para hacerlos posibles”
Que Dios te siga bendiciendo
Te espero en una próxima porción
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