jueves, 16 de agosto de 2018

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación

La segunda bienaventuranza nos dice que los que realmente son benditos son aquellos que lloran y que ellos van a recibir consolación. La Palabra que se usa para llorar es la más fuerte de todas las que tiene el griego y nos habla de un pesar tan grande en la vida de la persona, que no puede contener las lágrimas. Normalmente se usaba para duelo, denotando el pesar tan grande que uno tiene al perder un ser querido. Yo tristemente es mi vida he perdido a seres muy queridos y recuerdo cuan grande era el dolor por la pérdida de mi padre, que casi había pasado ya un mes y no podía dejar de llorar en las noches. Es en estos tiempos de gran dificultad cuando apreciamos más el consuelo de Dios y de otras personas. Hoy un vecino iba camino al cementerio, un hombre relativamente joven había muerto. Yo estaba despidiendo a la doctora que había venido a casa a ver a mi madre. Ella dijo que la hermana había ido a la consulta. Y hablábamos acerca del padre, y del gran dolor que sentía. La doctora dijo que no hay nada más triste que perder a un hijo. Y eso es una triste verdad. Para una madre o un padre perder a un hijo es lo peor que le puede llegar a ocurrir. 

También vemos cómo podemos sufrir dolor profundo y llorar por el sufrimiento ajeno. No sé tú, pero hay cosas que no puedo llegar a ver en televisión. Las imágenes que dejan conflictos en el mundo, niños totalmente destrozados. El cristiano debe sentir un pesar profundo por las atrocidades que se viven en el mundo.


Dice Iván Castro de la hoz “el Señor Jesús tiene el secreto para hacer feliz a los que sufren, pero es importante que entiendas que aquí no habla de los que lloran por cualquier causa, sino de aquellos que sufren por motivos correctos”. Podríamos decir, no es llorar por motivos naturales que el hombre es normal que llore, estos motivos incluso son correctos. A lo que está refiriendo es a llorar por motivos espirituales.

¿por qué motivos espirituales podemos llorar, qué Sean correctos y por lo tanto, confiar en la ayuda de Dios, su consuelo?

Primeramente voy a decir por causa de arrepentimiento. 

Dice Barclay “Cuando una persona ve el pecado en todo su horror, no puede por menos de experimentar intenso pesar por su pecado”. Recuerdo al principio de rendir mi vida a Cristo, un día leía la Biblia y leí un pasaje en el que figuraban una relación de pecados y cómo éstos desagradaban a Dios. Yo no podía parar de llorar. Sentir cómo había desagradado y dañado tan profundamente a Dios me produjo un gran dolor en mi corazón. Creo que fue la primera vez en la que sentí el peso de mi pecado. 

Dios promete consolar este dolor profundo. Me consoló. Su consuelo no es comparable a nada en este mundo. 

¿Has sentido alguna vez el peso de tu pecado? Si no es así, pídele a Dios que te lo muestre y que con el arrepentimiento traiga también consuelo a tu espíritu .

Vamos a orar para que Dios muestre cualquier área de pecado en nuestras vidas, de tal manera, que si hay algo en ti, puedas reconocerlo y desecharlo de tu vida definitivamente. Él quiere consolarte

Segundo, vamos a ver el llorar por aquellos que no conocen al Señor. Sentir dolor y compasión por los perdidos debería ser algo común  entre los hijos de Dios. Entre aquellos que no conocen a Cristo como su Salvador  personal podemos tener a hijos, nietos, hermanos, cuñadas, tíos, amigos, incluso esposos. Si hay algo que nos trae paz es saberlos bien, en correcta relación con Dios. El que no sea así, debe causarnos dolor, porque está en juego dónde y con quién pasarán la eternidad, así como el estar dando la espalda a Dios eternamente. Esto es algo que me causa preocupación.

Mi madre está mayor y no bien de salud, el haberla llevado a los pies de Cristo, ha sido el mayor logro que haya podido tener con ella. Pero ¿qué de mi hija y mi nieta? Si realmente las amo como digo amarlas, tengo que sufrir por ellas hasta que las vea rendidas a los pies de Cristo, reconociéndose pecadoras y necesitando el perdón y la salvación de Dios .

Si lloramos con profundo dolor clamando por la salvación, no solo de nuestros seres queridos sino también por el mundo que se pierde, Dios promete consolarnos.  

Oremos primeramente para que Dios traiga compasión por los que se pierden. También vamos a orar por aquellos que amamos y que necesitan rendir sus corazones a Cristo.

Tercero, por los males en el mundo. Ayer oía en las noticias, el nuevo escándalo de abusos a niños por parte de personas que decían tener una relación con Dios. No voy a entrar en qué tipo de religión, porque tristemente, hay casos en todas las que conozco. Una de las niñas abusadas, hoy una mujer, es incapaz de oír hablar de la Palabra De Dios sin recordar los abusos. Oír esto me produce un tremendo malestar. He orado mucho en contra de la pederastia, el abuso a la infancia que no es un abuso sexual, como puede ser el trabajo de niños o los niños de la guerra por ejemplo. También, oímos las muertes violentas de mujeres en manos de sus ex-esposos, ex-novios. Otras  noticias nos cuentan acerca de un joven que condujo su coche contra la gente que iba por la calle. El nuevo terrorismo islámico. Y cuarto, oír como alguien se aferra al poder y su pueblo sufre. No tiene problema en usar a francotiradores para matar a su pueblo, aquel por el que juró o prometió trabajar por su bien.  Esto son sólo cuatro ejemplos de la barbarie que oímos en estos días en las noticias. No sé a ti, pero a mí me produce gran pesar. Debemos oír las noticias para poder orar en contra de estas maldades qué día a día azotan nuestras naciones. No deberíamos oírlas y quedarnos como si no ocurriera nada, sino que debería estremecerse nuestro corazón y clamar con un corazón quebrantado.

Cuarto, por injusticias cometidas en contra de nuestras vidas por ser creyente. Por muchos hermanos que sufren oposición por su fe en países como India, Laos, China, Pakistán, Corea del Norte, Egipto, Turquía, etc.

Te voy a compartir algunos testimonios obtenidos de la web de la Ong Puertas 
Abiertas en España y vamos a orar por estos casos:

Anjali Masih, una niña de 9 años de una familia que había aceptado recientemente a Cristo, fue violada en grupo y asesinada el 5 de agosto de 2018. El incidente tuvo lugar en Gurdaspur, Punjab. Anjali estaba jugando con sus amigos cuando 3 o 4 hombres la atrajeron mostrándole una guayaba. Fue violada y luego estrangulada hasta morir usando un cable de teléfono. 

Los padres de la niña se habían convertido recientemente a Cristo. Líderes cristianos locales dicen que el número de conversos cristianos en el área ha estado aumentando y ha habido mucha oposición y amenazas por esto. Según ellos, este incidente podría ser un acto para desmotivar a las personas de convertirse al cristianismo.

Oremos por los padres de la niña y por los cristianos de la zona que viven con mucho miedo. La policía está tratando de silenciar el asunto.

El 5 de agosto tuvo lugar otro incidente, relacionado con la serie de percances que tuvieron lugar en el distrito de Gadchiroli de Maharashtra, donde se destruyeron 15 casas pertenecientes a cristianos y donde numerosas familias cristianas fueron boicoteadas socialmente.

Un creyente llamado Gallu Kowasi de la aldea de Kospundi recibió una fuerte paliza de los aldeanos, los cuales lo forzaban a renunciar a su fe cristiana. Posteriormente destruyeron su casa. Pero esto no fue todo: a Gallu Kowasi le vendaron los ojos, fue secuestrado y llevado a un lugar desconocido, donde siguió siendo golpeado y torturado. Alrededor de medianoche, Gallu Kowasi consiguió escapar de algún modo y volver a su casa.

Oremos por los cristianos del distrito de Gaschiroli de Maharashtra, en la India,  que están muy temerosos. Algunas familias han renunciado a su fe, pero muchas continúan firmes con gran valentía. 

Se estima que uno de cada 12 creyentes en el mundo sufre violencia. Oremos que el consuelo de Cristo sea derramado en cada uno de estos corazones.


Os espero en la próxima porción
Bendiciones 



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