Amado Señor te doy gracias por salvarme cuando no te amaba ni buscaba. Gracias por traer convicción de pecado a mi vida y también hablar de amor a mi corazón. Es tan grande tu amor por la humanidad y tu deseo de salvarla que enviaste a tu Hijo a morir y así proveer un Salvador. Gracias Amado Señor por darnos el ministerio de la reconciliación. Gracias por derramar en los corazones de tus hijos parte de tu amor por el mundo, úsanos para que la gente oiga de tu amor por ellos, úsanos para compartir Tu verdad.
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