Cuando la adversidad nos presiona, pensemos en la supervivencia como nuestra meta principal. Ni siquiera pienses en la idea de rendirte. Más bien, haz que esa adversidad genere en ti persistencia e ingenio para sobrepasarla. La adversidad hace que busquemos en nuestro carácter interior una solución. Con frecuencia, el Señor utiliza la adversidad para ayudarnos a encontrar un depósito de fortaleza interna.
Charles R. Swindoll
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