Una de las porciones leídas estos dīas se encuentra en Juan 13. Si oímos las Palabras de Jesús en la última cena, encontraremos algo muy importante. "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros" Juan 13:34-35 RVES
Esta obediencia trae un fruto tremendo, no solo para nosotros, sino también para los no creyentes, conocerán que que somos discípulos de Jesús.
Hoy mientras veía la serie Dowtone Abbey escuché que uno de los protagonistas decía "Amar significa darle a alguien el poder de herirte". Pero ¿cómo es eso? ¿Qué puede significar? ¿Qué entiende el mundo por amor? ¿Qué nos enseña Dios en su Palabra que es el amor? ¿Cómo es descrito? ¿Tengo yo esa calidad de amor en mi vida? ¿Es fácil amar?
Para comenzar con el contraste, miraremos qué dice el mundo, la cultura que es el amor.
El amor es definido como
1. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
2. m. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae yque, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear.
3. m. Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
Aquí lo vemos definido como sentimiento, pero ¿Es un sentimiento, una emoción, una actitud o una acción?
Y ahora, vamos a meditar acerca de 1 Corintios 13 donde encontramos una breve pero intensa descripción según Dios del amor.
Hodge ha observado que "los corintios eran impacientes, descontentos, envidiosos, hinchados, egoístas, indecorosos, indiferentes ante los sentimientos de los demás, suspicaces, rencorosos y criticones".
El CBMH dice muy acertadamente "Al intercalar este “himno de amor” en su carta a los corintios, Pablo quiere indicar que la iglesia puede existir sin los dones espirituales, especialmente el de las lenguas, pero cualquier iglesia morirá sin el amor".
En la versión Reina Valera Antigua, la palabra griega que se usa en esta porción para amor es traducida por caridad, pero es lo que hoy conocemos como amor agape, una de las formas griegas para amor que es a la que se refiere Jesús en Juan 13.
La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no hace sinrazón, no se ensancha;
No es injuriosa, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal;
No se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad;
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
La caridad nunca deja de ser. 1 Corintios 13:4-8 RVES
Es sufrida, es decir paciente. Es la característica de la persona que tiene la capacidad de soportar fallos en las personas sin enfadarse. El hombre con amor ágape sabe que todos cometemos fallos, que al igual que tienen que tener paciencia con uno mismo, él debe tenerlo con los demás. La paciencia del amor tiene como objeto la victoria sobre las actitudes que fallan en las personas y no sobre las personas. No es darse por vencido, sino confiar y luchar con Dios para alcanzar la victoria sobre ese fallo:
Es benigna, amable. El amor ágape es activo haciendo el bien incluso con aquellos que quieren dañarlo. Este es un gran contraste, no es sufrir y aguantar daños ajenos sino buscar hacer el bien. Algunos lo traducen por "es dulce con todos".
Hoy día vemos que hay grupos que matan creyendo que así están haciendo un favor a Dios pero no es así, el amor busca ser bueno, amable.
Barclay medita acerca de la mujer sorprendida en adulterio y como muchos cristianos con actitud crítica y no amor ágape la hubiesen apedreado. ¿Y yo? ¿Y tú? ¿Qué habríamos hecho?. La crítica es contra el amor benigno.
No tiene envidia, celos. El que realmente ama no le duelen los logros ni éxitos ajenos porque no envidia, es más quien ama de manera profunda busca y anhela que los que aman reciban lo mejor, incluso por encima de ellos.
Barclay habla de dos tipos de envidias, por un lado el que codicia lo que otro tiene y otra que se reconcome que otros tengan lo que el envidioso no tiene. El segundo no es tanto el querer tener algo para sí, sino que no quiere que la otra persona lo tenga.
Debemos buscar ayuda en Dios para alejar cualquier tipo de envidia o celos de nuestras vidas.
No hace sinrazón, no es jactancioso, fanfarrón. La persona que tiene amor ágape no hace alarde de su persona o posesiones.
Barclay escribió "el amor se mantiene humilde porque se da cuenta de que nunca puede ofrecer a la persona amada nada que sea bastante bueno".
Has considerado que siempre sientes que es poco o insuficiente lo que le ofreces a tus hijos o familia amada. Siempre querrías darle más, incluso tu vida y salud si fuera posible.
No se ensancha,no se envanece, no se pavonea de su propia importancia, porque reconoce que todo lo que tiene y sobre todo es viene de Dios, así que más que un corazón ensanchado o engordado tiene un corazón agradecido porque nada d lo que somos, tenemos y recibimos somos dignos en nosotros mismos. Es gracias a Dios y su Espíritu.
A diferencia del punto anterior en el que la persona era un fanfarrón y alardeaba, esta persona se enorgullece y cree superior. El antídoto para los dos es la humildad.
No es injuriosa, no hace nada indebido, jamás pierde la gracia en el camino. No es ofensivo. El amor también tiene que hacer y hace cosas correctas.
El amor es más que palabras, son acciones correctas hacia aquellos que amamos y es la limitación de hacer cosas indebidas
No busca lo suyo, no reclama sus derechos. No exige que las cosas se hagan a su manera. El amor está centrado en los demás y no en uno mismo. Se deleita en buscar lo mejor hacia los amados y deja de buscar egoístamente lo suyo.
No es dejar la vida de uno a un lado y dejarse, sino que no busca de forma egoísta sin enfocarse nada más que en uno mismo.
Ante una sociedad que el que más vale es el que más pisotea a los otros, esto es una actitud tremenda a cultivar erradicando el egoísmo e incluso dando a los demás, al buscar el bien de ellos, aquello que nos pertenece.
El amor cristiano se enfoca más en nuestros deberes que en nuestros derechos. Barclay dijo "Siempre que nos ponemos a pensar en nuestro puesto, nos vamos alejando más y más del amor cristiano".
No se irrita, no se inflama de ira. Sino que soporta, tiene la actitud de aguantar, soportar insultos. Debemos controlar nuestro genio, nuestro caracter. Eso nos es justificar el mal que hace el otro, es no dejar que te lleve a pecar a ti porque el otro haya pecado.
No piensa el mal, no almacena recuerdos de ofensas recibidas. La idea es archivar para que no se olvide. Debemos aprender a olvidar. El que ama, olvida.
Muchos podrían decir ¿qué pasa, yo no he olvidado esto o aquello que me hicieron, está mal? La idea tiene que ver como como te hace sentir al recordarlo, si te duele, si te incomoda, si te vuelve a dañar. Si es así debemos aprender a soltar, a perdonar, a olvidar. Pasa página. Dios anhela que estés libre de heridas, pídele que en su amor te sane.
No se huelga de la injusticia, no se complace en obrar mal. Conlleva la idea de alegrarte al enterarte de algo negativo de otro, de las malas noticias. Nunca deberíamos preferir saber de las desgracias ajenas más que las buenas noticias. Esto es el carácter del mundo caído pero no del amor ágape.
Se huelga de la verdad, se regocija con la verdad. Busca que la verdad venza.
El que ama busca que aquellos a los que aman no les sean vencidos con el mal o a través del mal. Buscará la defensa y la victoria de la verdad.
Si para no dañar tienes que justificar los actos mentirosos de otros, allí no está la verdad, ni el verdadero amor.
Todo lo sufre, Lo aguanta todo. No se da por vencido. Simeon el Justo decía que el verbo sufrir es el soporte y sostén del mundo. El amor no saca a relucir los trapos sucios de aquellos a los que ama sino que los cubre, perdona, soporta.
He tenido dos hermanos en la droga por muchos años pero el amor que tenía por ellos no me dejó darme por vencida hasta verlos libres de esas ataduras. No fue aguantar pasivamente sino que me ayudó a luchar con ellos hasta la victoria.
Todo lo cree, confía ilimitadamente. Jamás pierde la fe. El CBMH dice "no es que el amor ciegue al hombre de los defectos de los demás, sino que permite que nunca pierda la fe".
El amor siempre cree lo mejor acerca de los demás, confía que los defectos ajenos dejarán de ser.
No es ciego ante los fallos, no es decir "es que tal persona es así", sino que descansa en la expectativa del cambio.
Todo lo espera, nunca deja de esperar. No pierde la esperanza. No se da por vencido. El amor te lleva a pelear por lo mejor, a no parar hasta obtener la victoria.
Todo lo soporta o soporta todo con entereza triunfante. Se mantiene firme en toda circunstancia. CBMH "no se rinde ante la desesperanza aunque quede desilusionado, mantiene actitudes de fortaleza".
Describe a un espíritu que sufre adversidades pasivamente sino el que al soportarlas, las conquista y transforma.
Barclay escribió "la mano de un padre no causará nunca a su hijo una lágrima inútil".
El amor nunca deja de ser
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