Qué gran privilegio vemos en este versículo. Fueron palabras de Jesús para Pablo, pero siguen siendo vigentes para ti y para mí hoy.
Primeramente enfatizar que Dios nos habla y le oímos hoy día, nos guía e instruye en el camino. Podemos estar confiados si antes de nada ponemos nuestro día y caminar delante de él, oyendo sus instrucciones.También enfatizo que he visto muchas maravillas de Dios en mi vida y en gente. Tenemos el privilegio de contar con testimonios gloriosos de como Dios ha obrado en nosotros, a través de nosotros y en otras personas. Mi vida no sería la misma sin sus cuidados, sanidades, ayuda...
Para finalizar, diré que tenemos un gran privilegio, poder ser testigos de Él, gritar al mundo de su bondad, grandeza, misericordia, justicia, verdad...
Ser instrumento en las manos del Señor es el mayor privilegio que nadie pueda tener. Bendiciones.
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