Cada uno de nosotros enfrentamos en alguna circunstancia el que puedan venir a aconsejarnos y estos consejos no sean correctos.
Los consejos no tienen porqué venir solo de personas malintencionadas, pueden ser amigos que se equivocan o en algunos casos si que vienen directamente de enemigos, de opositores que tenemos como siervos de Dios.
Me viene a la memoria la historia del hijo de Salomón y como seguir el consejo de sus amigos, le llevó a tomar las acciones que llevarían a la ruptura del pueblo de Israel.
Veremos el salmo 11, que nos relata un momento determinado de la vida de David pero que podemos usar cuando personas o poderes espirituales se opongan al creyente o a la iglesia.
Veamos: