Proverbios 1:8-9 Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre: porque adorno de gracia serán á tu cabeza, Y collares á tu cuello.
En estos capítulos, sobre todo hasta el capítulo 10 vamos a ver al escritor, hablando como si fuera un padre.
Nunca olvidemos que aunque los consejos vengan de Salomón, realmente vienen de nuestro Padre que quiere lo mejor para nosotros.
¡Cuán importante es oír lo que el padre enseña!. Los judíos tenían el cometido de enseñar desde pequeños a sus hijos en los caminos de Dios.
Aquí hay un llamado al hijo a oír y también un llamado al padre por lo tanto a hablar. ¿Enseñas la palabra de Dios a tus hijos?.
Padres no nos equivoquemos, si no educamos en casa, no esperemos que en la calle le enseñen los caminos de Dios. Los niños son moldeables y el mundo quiere enseñarles. Tienes una responsabilidad ante Dios.
Madre que bueno, la madre también tienen un papel primordial en la educación, dar dirección a sus hijos. Muchas voces femeninas son menospreciados pero Dios dice, no menosprecies la dirección que madre tiene que darte. Ojo, en proverbios veremos a mujeres que quieren apartar del camino pero también veremos mujeres que son honra de su casa
Hijo, estás llamado a oír y no abandonar lo que tus padres te han enseñado.
¿Cuál es la razón? traerá honra y belleza a tu vida.
El mejor y más grande galardón o corona que uno pueda tener es que los hijos vivan en los caminos de Dios.
El mejor honor que un hijo pueda llegar a tener es que Dios te dé la corona de la vida, la corona de victoria.
Que Dios te bendiga
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Bibliografía:
Santa Biblia - Versión Reina Valera 1909
Comentario Bíblico Mattew Henry
Comentario Mundo Hispano - Proverbios
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