81 Desfallece mi alma por
tu salud, esperando en tu palabra.
82 Desfallecieron mis ojos
por tu palabra, diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
83 Porque estoy como el
odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos.
84 ¿Cuántos son los días de
tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
85 Los soberbios me han
cavado hoyos; mas no obran según tu ley.
86 Todos tus mandamientos
son verdad: sin causa me persiguen; ayúdame.
87 Casi me han echado por
tierra: mas yo no he dejado tus mandamientos.
Cuán importante es confiar en Dios y su palabra cuando todo alrededor parece derrumbarse. Si te sientes así, clama como el salmista, dame vida conforme a tu misericordia
ResponderEliminarEn momentos de dificultades y de oscuridad la Palabra de Dios es la que trae esperanza y aliento. ¡¡¡Señor llénanos de tu gracia!!!
ResponderEliminarEs bueno saber que contamos con SU PALABRA, y que ésta nos vivifica, nos ayuda wn momentos de dificultad, porque gracias a esta sabemos que El Señor no nos abandona
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