En estos días sigo pensando y agradeciendo a Dios por su gracia. Pienso en las muchas bendiciones que tenemos gracias a su gracia.
Estaba leyendo un devocional de Tommy Moya de tema “gracia” y leía: “Porque las inescrutables riquezas de nuestro Señor Jesucristo nunca fueron contenidas en el evangelio de ley, sino en el evangelio de la gracia... El libro de Hebreos dice que, por causa de los sacrificios que se ofrecían no hacían perfecta la conciencia de la gente. Al sentirse otra vez con el sentido de culpa, tenían que ofrecer nuevamente los mismos sacrificios cada año. En otras palabras, todos los años era igual, la misma revelación de Dios: «Yo pecador. Tú perdonador». “
Hebreos 9:9 NTV nos dice: “Esta es una ilustración que apunta al tiempo presente. Pues las ofrendas y los sacrificios que ofrecen los sacerdotes no pueden limpiar la conciencia de las personas que los traen.” Os dais cuenta, las ofrendas y los sacrificios que traían los judíos y que daban a los sacerdotes para ofrecerlos como sacrificio, no podían limpiar sus conciencias, así cada año, venían con lo mismo. Cuántos remordimientos, cuánta condenación.
Pensé, ¡qué tremendo Dios, qué maravillosa tu gracia para conmigo, para con el creyente! ¿Soy consciente, somos conscientes de tanta gracia día a día? Que tremendo poder confesar mi pecado y ser totalmente limpia y entender que Dios echa en lo profundo del mar mis pecados, que los oculta. Llegué al punto de dar gracias a Dios por algo tan importante para mí, creo que para cada uno de nosotros, como es que en su gracia nos perdona y quita totalmente nuestra culpa.
Esto me llevó a considerar el Salmo 32, que es una salmo en el cuál se da gracias por el perdón. Es uno de los siete salmos del Salterio llamados de arrepentimiento.
El Dr. Pagán dice “El contentamiento humano está íntimamente relacionado con el perdón de pecados y transgresiones”. ¿Estás de acuerdo? Yo sí. No hay nada que pueda abatirme más que cuando fallo y no hay nada que me traiga mayor paz que cuando pido perdón y Dios restaura mi relación con Él, porque yo sé que el pecado tiene consecuencias, dice la palabra que muerte, y muerte también de la relación con Dios y con otras personas.
Vamos a meditar en este maravilloso salmo. Es uno de mis preferidos, así que deseo se convierta a partir de ahora en uno de los tuyos.