Gracias mi amado Señor porque me amaste cuando yo ni te consideraba. Gracias amado Dios porque empezaste una obra en mí y cada día sigues transformándome. Gracias porque nunca te das por vencido aún cuando fallo, me sostienes de la mano para que el daño sea mejor. Gracias por tu amor y paciencia para conmigo. Te sigo pidiendo tu ayuda en el proceso de santificación, quiero seguir siendo transformada a tu imagen. Quita de mí lo que no te agrada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario